La hucha de las pensiones es el Fondo de Reserva de la Seguridad Social que actúa como un colchón y que busca garantizar el pago de las pensiones públicas. Así, su objetivo es permitir que el sistema pueda seguir funcionando aunque los ingresos no sean suficientes, especialmente durante periodos de crisis o de envejecimiento demográfico. Ahora, aunque pueda parecer un sistema robusto, quizás no lo sea tanto, tal y como explica Alfonso Muñoz Cuenca, funcionario de la Seguridad Social experto en pensiones, quien piensa que la actual situación está lejos de ser tranquilizadora.
Según expone en su último vídeo, “lo que tenemos ahorrado en la hucha de las pensiones supone, solamente, un 5 % del gasto anual en pensiones”. Esto quiere decir, que “ni siquiera se podría cubrir una mensualidad” con el saldo que hay ahora mismo. Por ello, lanza una seria advertencia sobre el uso político que se está haciendo de las huchas de las pensiones, sugiriendo que “muchos políticos lo dicen como si con lo que actualmente tuviéramos estuviéramos definitivamente salvados”.
El impacto de la hucha de las pensiones sobre el sistema
La Seguridad Social destina en la actualidad más de 13.500 millones de euros al mes para pagar pensiones, una cifra que asciende a los 190.000 millones de euros al año. Esto representa cerca del 39 % del total de los presupuestos generales del Estado. En comparación, el Fondo de Reserva apenas acumula 9.300 millones de euros, lo que evidencia, según Muñoz, que “no hay ni para comprar pipas”.

Este funcionario plantea un ejemplo práctico para comprender mejor la magnitud del problema: “Imagina que en tu casa tienes unos ingresos anuales de 28.000 €. Si destinas 10.900 € a la hipoteca, lo que tendrías ahorrado en el banco serían solo 545 €, es decir, el 5 %”. Con este símil casero, busca hacer entender que depender del fondo de reserva en caso de tensiones económicas no es una opción viable en estos momentos.
Más allá de la situación actual, Muñoz también pone el foco en las tensiones estructurales que afrontará el sistema en las próximas décadas. “El sistema de pensiones sufrirá tensiones durante dos décadas, entre los años 2030 y 2050, que es cuando se jubila la generación del baby boom, la generación más grande de la historia de nuestro país”. Esto supondrá un fuerte incremento del gasto en pensiones, mientras que la base de cotizantes, compuesta por población activa, será previsiblemente menor.
Explica que de no reforzarse el Fondo de Reserva, la única salida que quedará será recortar las pensiones o aumentar la carga fiscal. “O nos tomamos muy en serio lo de llenar la hucha de las pensiones, o llegado el momento seguramente algunos meterán la tijera”, sentencia.
¿Qué es y cómo se alimenta la hucha de las pensiones?
Creada oficialmente en 1997 y con su primer ingreso en el año 2000, la hucha de las pensiones se nutre principalmente del superávit de la Seguridad Social y de los rendimientos que generan sus inversiones, centradas fundamentalmente en deuda pública. Su gestión está a cargo de la Tesorería General de la Seguridad Social, con la supervisión de un comité de inversiones y control parlamentario anual.
En 2011, el Fondo de Reserva alcanzó su máximo histórico con 66.815 millones de euros. Sin embargo, la crisis económica, el aumento sostenido del gasto y la falta de superávit provocaron su drástica reducción. En 2019 llegó a tocar fondo con poco más de 2.000 millones de euros. Actualmente, según el Ministerio de Inclusión, en 2024 ha alcanzado los 9.376 millones, y se espera que cierre 2025 con unos 14.000 millones. Aunque la tendencia es ascendente, Alfonso Muñoz insiste en que la cifra sigue siendo insuficiente.