Un hombre entra a una gasolinera y tras un error inesperado, su vida cambia para siempre

Los golpes de suerte se dan cuando uno menos lo espera, y por lo general, cuando no se hace pensando que se encontrará, por ejemplo, un tesoro lleno de monedas de oro o dinero dentro de un mueble viejo. Son hechos que dependen del azar, como el sueño de ganar la lotería para dejar de trabajar y jubilarse lo antes posible. Eso fue lo que le pasó a este trabajador de la construcción que sabía cómo entraría a esa gasolinera, pero que nunca pudo imaginar, cómo saldría: millonario.

Jamie Heavens, no se lo esperaba pero lo que le ha pasado en una gasolinera londinense no ha pasado desapercibido para nadie y menos para los medios de comunicación como la BBC, que difundió su historia. Con solo 19 años, Heavens ganó un millón de dólares (926.000 euros), al parar en una gasolinera para repostar antes de llegar a la obra. Una sucesión de hechos insólitos y errores, lo llevaron a la fortuna.

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Se equivocó de refresco y se hizo millonario

Jamie Heavens se levantó aquel día como cualquier otro para ir a trabajar con su tío. Cuando iban de camino, se dieron cuenta de que debían parar en una estación de servicio para echar gasolina a la camioneta. Sin embargo, no lo hicieron porque en esa gasolinera no aceptaban pagos con tarjeta y no llevaban efectivo y entonces, decidieron irse a otro que estaba cerca, en la ciudad de Bournemouth.

Además de repostar, ingresaron a la tienda para comprar algunas bebidas y comida. Jaime tomó un refresco y se puso en la fila para pagar mientras le pedía al cajero que le diera un boleto de lotería. Fue en ese momento cuando miró bien el refresco que llevaba en la mano, y se dio cuenta de que no era el que él quería, y entonces, dejó la fila para ir a cambiarlo, por lo que tampoco llegó a comprar el número de la lotería.

Al regresar, ya con su bebida correcta, había perdido su lugar en la fila y la persona que estaba en su lugar, eligió y compró el número del billete de lotería que él quería, por lo que Jamie tuvo que comprar otro. Uno, que nunca hubiera soñado, lo haría millonario.

“Ya estaba ubicado cuando me di cuenta de que me había pedido el refresco equivocado. Entonces regresé y cogí uno diferente, pero un chico había tomado mi lugar y compró el mismo billete que yo quería", explicó a la BBC. "No lo creí al principio, pero rasqué los números y decía que había ganado un millón de dólares”, el afortunado.

Qué hizo con el dinero

Al ganar, Jamie intentó hablar con la empresa de lotería pero no pudo, y se fue a trabajar porque tenía que poner el techo de una casa. Finalmente, más tarde, le confirmaron que había ganado el dinero “es increíble porque no lo entiendes hasta que el dinero aparece en tu cuenta. Hay una sensación de alivio de que puedes ir y hacer lo que quieras”.

Jaime dice que ahora tiene una vida cómoda, que dirige su propio negocio. Es cierto que ha invertido en un coche y propiedades y que ha podido pagar su propia boda.