Un niño de cuatro años encuentra una piedra en una playa y revoluciona la paleontología mundial

Un niño de cuatro años que paseaba con sus tíos por una playa en el Mar de Plata encontró una piedra que le llamó mucho la atención. No es la primera vez que un pequeño descubre por azar algo que al final da un vuelco a la historia. En este caso a la prehistoria ya que se trataba de un fósil de Glossotherium Robustum, una especie de perezoso gigante terrestre que ha dejado boquiabiertos a los arqueólogos.

Lo que le llamó la atención fue el tamaño de aquella piedra, y es que se trataba del cráneo del animal de 55 centímetros. Esto es lo que más ha sorprendido a los paleontólogos, que ya lo han expuesto en el Museo Scaglia y hablan de este hallazgo como “clave” para la paleontología mundial. Y es que este animal habitó la tierra hace más de 15.000 años y cuando se extinguió dejó pocos restos fósiles, al menos visibles.

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Considerado como uno de los descubrimientos más importantes de los realizados en Santa Isabel (La Pampa), Manu ya tiene el título de ‘Protector del patrimonio paleontológico’ gracias a este descubrimiento y a su amor por los animales prehistóricos como los dinosaurios. Muchos medios locales, como La Capital Mar de Plata, informaron de esta noticia.

De dónde vino el cráneo de perezoso encontrado por el niño

Manu jugaba en la playa cuando encontró los restos de este perezoso gigante. Estaba incrustado en los acantilados de la zona, que no es la primera vez que muestran fósiles sorprendentes. Ahora, la zona había erosionado por el movimiento del mar y estos restos empezaron a subir a la superficie. 

Una vez que los tíos se dieron cuenta de la importancia de este hallazgo, llamaron a los responsables del Museo de Ciencias Naturales Lorenzo Scaglia, y los paleontólogos que acudieron hasta el lugar comprobaron la importancia de este descubrimiento.

El cráneo de Glossoterium Robustum mide 55 centímetros, siendo el más grande de su especie en la colección de este museo. Una vez que comenzaron la excavación, los historiadores localizaron dientes, costillas y pequeños huesos en buen estado de conservación. Entre ellos, los osículos dérmicos, que están bajo la piel de este animal dándole protección.

Por qué es tan importante este descubrimiento

Esta especie de perezoso gigante vivió en la zona de La Pampa, en Argentina, hace miles de años. Medían 3,5 metros de largo y pesaban hasta 1.500 kilos. Se alimentaban de hierbas, plantas y hojas y podían excavar madrigueras muy profundas gracias a sus garras.

Los dientes estaban preparados para alimentarle con plantas que, en principio, parecían duras, pero que eran masticadas sin dificultad. Llama la atención que estos animales podían levantarse y caminar sobre dos patas por breves trayectos.

Cuando en el museo se dieron cuenta de la importancia de este hallazgo, ofrecieron a la familia de Manu Guazú que el niño se convirtiera en el santo y seña del patrimonio paleontológico local. Gracias a esto, se reconoce su curiosidad a la hora de encontrar estos restos que han dado un giro a la prehistoria.

Ahora bien, las autoridades, una vez que los medios de comunicación comenzaron a publicar este hallazgo, explicaron que en caso de encontrar un fósil la recomendación es no manipularlo, hacerle fotos y contactar con los expertos.