Logo de Huffpost

Trump vuelve a mendigar a Xi Jinping un acuerdo para TikTok tras tres extensiones mientras China usa la app como arma comercial

El presidente reconoce que 'no está seguro' de lograr el pacto después de que Pekín saboteara las negociaciones de abril por los aranceles.


El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump |FusterNews
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

Donald Trump anunció el viernes que comenzará conversaciones con China el lunes o martes sobre el futuro de TikTok, admitiendo que Estados Unidos “prácticamente tiene un acuerdo” pero reconociendo su incertidumbre sobre si Beijing lo aceptará, según declaraciones recogidas por Reuters desde el Air Force One. La confesión, realizada desde el Air Force One, expone cómo el presidente que debe parte de su victoria electoral a los votantes jóvenes de TikTok ahora debe suplicar a Xi Jinping por una aplicación que China maneja como moneda de cambio en la guerra comercial.

“No estoy seguro, pero creo que sí. El presidente Xi y yo tenemos una gran relación, y creo que es bueno para ellos”, declaró Trump a los periodistas, en unas palabras que revelan la posición de debilidad desde la que Estados Unidos negocia una app que legalmente debería haber desaparecido hace meses.

El caso TikTok se ha convertido en el símbolo perfecto de cómo China instrumentaliza los activos tecnológicos para presionar a Washington. Beijing ya demostró su poder de veto en abril tal y como explica la agencia Bloomberg, cuando saboteó un acuerdo prácticamente cerrado que habría transferido las operaciones estadounidenses de TikTok a una nueva empresa de mayoría estadounidense, permitiendo que ByteDance mantuviera una participación minoritaria.

El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump | APF

El golpe chino llegó apenas 24 horas después de que Trump anunciara fuertes aranceles sobre productos chinos, utilizando efectivamente la aprobación de TikTok como palanca en las discusiones comerciales más amplias. Una maniobra que demostró que, para Pekín, TikTok no es solo una empresa tecnológica, sino una herramienta geopolítica.

China convierte TikTok en arma de presión diplomática

Los bastidores de esta estrategia revelan una compleja dinámica donde Beijing ha transformado una aplicación de entretenimiento en un instrumento de presión diplomática. La metamorfosis del conflicto TikTok ilustra cómo las fronteras entre tecnología, comercio y geopolítica se han difuminado completamente, creando un escenario donde cada extensión presidencial no es solo política doméstica, sino una concesión en el tablero internacional.

La situación actual expone las contradicciones de la estrategia trumpista. Por un lado, el presidente atribuye a TikTok el haber aumentado su apoyo entre los votantes jóvenes en 2024, una base electoral que no puede permitirse perder. Por otro, enfrenta una creciente frustración republicana por los repetidos retrasos en aplicar una ley que el propio Congreso republicano aprobó en 2024 por motivos de seguridad nacional.

“Votamos que debería ser prohibida, y espero con ansias el día en que no puedan continuar propagando puntos de vista chinos”, declaró el senador Eric Schmitt (R-Mo.), reflejando el hartazgo de unos legisladores que ven cómo su propia Casa Blanca ignora sistemáticamente la legislación que exige a ByteDance demostrar avances hacia la desinversión.

Esta será ya la tercera extensión de 90 días que Trump concede a TikTok, convirtiendo en papel mojado una ley respaldada por la Corte Suprema y diseñada para abordar las preocupaciones sobre el acceso chino a los datos de usuarios estadounidenses.

Elementos clave de la estrategia china:

  • Instrumentalización tecnológica: Conversión de TikTok en herramienta de presión diplomática
  • Timing estratégico: Sabotaje coordinado con políticas arancelarias estadounidenses
  • Aprovechamiento de dependencias: Explotación de la necesidad electoral de Trump

El “deadline” del 17 de septiembre se convierte así en más que una simple fecha límite legal: es un instrumento de comunicación política y demostración de poder simbólico donde China mantiene el control real sobre los tiempos y condiciones.

La escena política actual se caracteriza por una metamorfosis donde los límites entre governance y espectáculo se difuminan cada vez más. Trump no solo negocia, sino que performa, consciente de que cada declaración sobre TikTok es potencialmente un momento mediático que debe equilibrar entre su imagen de líder fuerte y la realidad de su dependencia del visto bueno chino.

La realidad es que el control real sobre el destino de la aplicación no está en Washington, sino en Beijing. Trump puede extender plazos indefinidamente, pero si China decide torpedear las negociaciones (como ya hizo una vez) no hay app que salvar.

La metamorfosis es completa y el país que se presenta como garante de la seguridad nacional global ahora depende de la benevolencia de su principal rival estratégico para mantener funcionando una aplicación que sus propios servicios de inteligencia consideran una amenaza.