Continúa la guerra arancelaria y, según la BBC, podría suponer una oportunidad para que China amplíe su liderazgo

El gigante asiático respondía ayer a las tasas impuestas por EE.UU. con un arancel de entre el 10 y el 15%.

El presidente de EE. UU., Donald Trump (izquierda), y su homólogo chino, Xi Jinping (derecha)
El presidente de EE. UU., Donald Trump (izquierda), y su homólogo chino, Xi Jinping (derecha) EFE-EPA/Roman Pilipey.
Blanca Martínez

La guerra arancelaria continúa. Este martes por la mañana, China anunció una respuesta a los aranceles de Trump, que entraban en vigor ese mismo día y suponían un gravamen del 10 % a todos los productos chinos que ingresaran al país: más aranceles a partir del 10 de febrero. 

En concreto, el gigante asiático impone una tasa de entre el 10 % y el 15 % a algunos productos importados desde Estados Unidos, según anunció la Comisión de Aranceles del Consejo de Estado. El gravamen afectará sobre todo al petróleo crudo, la maquinaria agrícola, los automóviles de gran cilindrada y camionetas, así como al carbón y el gas natural licuado procedentes de EE. UU. 

La réplica supone la intensificación de la guerra comercial en la que ambas potencias están inmersas desde la primera presidencia de Trump (2017-2021). No obstante, algunos expertos consideran que China busca negociar desde una posición de fuerza y accedería a aumentar las compras de bienes estadounidenses para reducir el actual déficit comercial, favorable a Pekín, según informa EFE. 

Una oportunidad para ampliar su liderazgo 

Según un análisis de la cadena británica BBC, la guerra arancelaria entre Trump y China representa una oportunidad para el gigante asiático. Tal y como señala su corresponsal en Pekín: “Si China estaba furiosa con Estados Unidos por imponer un arancel adicional del 10 % a todos los productos chinos, lo disimuló muy bien”. 

En este sentido, el análisis de la BBC recuerda que Pekín esperó hasta la medianoche en Washington y, justo cuando entraron en vigor los aranceles, anunció su contraataque. Lo hizo, además, después de advertir a Trump de que no habría vencedores en una guerra comercial y de pedirle negociar. “Es posible que el Gobierno chino haya mantenido la calma con la esperanza de llegar a un acuerdo con Washington”, asegura la corresponsal de la BBC. 

Sin embargo, también apunta que el presidente Xi Jinping podría tener otra razón: estar viendo una oportunidad en lo que está ocurriendo. En contraste con EE. UU., explica, “China querrá mostrarse como un socio comercial global tranquilo, estable y, tal vez, más atractivo”. 

Tensiones comerciales desde 2017 

Es importante recordar que, durante el primer ciclo presidencial de Trump, (2017-2021), Washington ya mantuvo una relación tensa con Pekín al imponer varias tandas de tarifas por un valor aproximado de 370.000 millones de dólares anuales, a lo que China respondió con gravámenes a las exportaciones estadounidenses. 

En 202, China y EE.UU firmaron una tregua, pero mantenía en vigor gran parte de los aranceles aplicados en sucesivas rondas. El acuerdo, que no llegó a implementarse, implicaba que China aumentaría las compras de productos estadounidenses en sectores como el agrícola. 

Estos bienes, como la soja, no están entre los aranceles impuestos hoy por Pekín. Según The Wall Street Journal, China ofrecería una salida basada en "restaurar el acuerdo comercial de 2020" y negociar sobre "qué productos puede comprar a EE. UU.", además de prometer no devaluar el yuan ni reducir las exportaciones de precursores del fentanilo. 

Otras noticias interesantes

Lo más leído

Archivado en: