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Michael Chad, experto en comunicación: “tienes 90 segundos para captar la atención en una entrevista de trabajo y la forma de hablar es clave”

Hay que dar una respuesta brillante desde el inicio y se deben aprovechar las preguntas abiertas, ya que se pueden llevar donde queramos.


Michael Chad Hoeppner, experto en comunicación
Michael Chad, experto en comunicación: “tienes 90 segundos para captar la atención en una entrevista de trabajo y la forma de hablar es clave” |Cuenta de Michael Chad Hoeppner en 'X'
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:

Buscar trabajo no es nada fácil. Desde la elaboración del currículum hasta ese momento en que, por fin, alguien nos llama para hacernos una entrevista de trabajo. Ahora, este punto es crucial, y es que dependiendo de cómo nos desenvolvamos en ella podremos conseguir o no el ansiado trabajo. Un profesor de Columbia Business School, Michael Chad Hoeppner, ha dado las claves para salir con éxito de esta situación. Y conviene saberlas, porque advierte que el tiempo para impresionar es muy reducido.

En concreto, Hoeppner afirma que “tienes aproximadamente 90 segundos para captar la atención de tu entrevistador, y la forma de hablar es clave”. Hay que mantener una comunicación clara y esta no consiste solo en lo que se dice, sino en el cómo. La forma en que transmitimos la información “tiene mucho que ver con cómo nos oímos unos a otros y qué ideas nos tomamos en serio o no”, cuenta al medio 'CNBC’, donde ha dado los consejos para causar la mejor primera impresión en una entrevista de trabajo.

Cómo tener éxito en una entrevista de trabajo en 90 segundos

Lo primero es empezar con fuerza. Hoeppner, que también entrena a candidatos políticos, compara el comienzo de una entrevista con el de un debate presidencial, señalando que algunos políticos cometen el error de tratar la primera pregunta como un “calentamiento”, sin tener en cuenta que los espectadores suelen desconectar tras los primeros minutos.

“La capacidad de atención de la gente es peor que nunca. Han sido secuestrados por completo, por lo que tendemos a tener menos tiempo para causar realmente una impresión”, advierte, explicando que esto se extrapola a las entrevistas. “Puede que sólo tengas una respuesta a la que alguien preste atención, así que tienes que asegurarte de que esa respuesta cuente”, añade.

En este sentido, aconseja aprovechar las preguntas sencillas y abiertas, como es la clásica “háblame de ti”, ya que puedes llevar la respuesta donde quieras: “con esas preguntas tienes un margen de maniobra enorme y puedes llevarlas a donde quieras”, recomendando empezar con historias y anécdotas concretas para que los empleadores “recuerden lo que dices y entiendan lo que quieres decir”. También recomienda mostrarnos siempre como somos, explicando que las personas cuando están nerviosas suelen alterar su tono natural y forma hablar para parecer profesionales, lo que realmente les lleva a parecer una “versión menos interesante” de sí mismos. 

Al contrario, este experto recomienda relajar la postura y el lenguaje corporal, establecer un contacto visual significativo (pero no constante) y hablar con claridad y seguridad. Y, en este ámbito, da un aviso que sirve en caso de ser contratado, y es que la capacidad de comunicación es igual de importante que la calidad de nuestro trabajo. Para evitar que aparezcan los citados nervios, recomienda practicar en voz alta y, más especialmente, plantearnos una pregunta abierta y responderla repetidamente en alto. “La primera vez que lo hagas, te saldrá mal”, afirma, añadiendo que “no pasa nada” y que solo hay que repetirlo una y otra vez.

Con este método, se practica cómo responder a las preguntas de forma natural, sin que parezca que se tienen las respuestas preparadas. “La forma en que hablamos es distinta de la forma en que escribimos”, matiza, afirmando que “a menudo, la gente abre la boca en las entrevistas y suelta un montón de palabrería polisilábica”. 

En último lugar, advierte que las habilidades de comunicación serán cada vez más importantes con el auge de la tecnología y la IA. ¿El motivo? Explica que con un acceso casi ilimitado a la información, la forma que determinará a qué ideas se presta más atención será “muy probablemente cómo las dices”.