Con los altos precios de la vivienda y las hipotecas, comprar una vivienda en pareja, aunque no se esté casado, suele ser bastante habitual, de modo que ambas partes pongan dinero para la compra de la casa común. Este tipo de compras cuando una pareja se separa genera una serie de dudas sobre qué va a pasar con la vivienda, como por ejemplo qué parte corresponde a cada uno en el caso de que uno de los miembros de la pareja haya aportado más dinero para la compra de la vivienda.
Según explican desde el Consejo General de Notariado, a cada miembro de la pareja le corresponderá la parte que aparezca en la escritura de la compra de la vivienda.
Esto quiere decir que si en el momento de la compra, se firmó ante notario que la propiedad de la misma era al 50% esa será la parte que corresponda a cada uno, independientemente de que un miembro de la pareja haya aportado más dinero para pagar la casa.
Cómo evitar que la pareja se quede con la mitad de la vivienda al separarse se una parte ha pagado más
Cuando se firma la escritura de compra de la vivienda, queda reflejada la proporción en la que cada miembro de la pareja va a ser propietario de la vivienda, que después también podrá verse reflejado en la Nota Simple del inmueble.
Si uno de los miembros de la pareja va a aportar más dinero para la compra, ya sea en el momento de la entrada o pagando más parte de la cuota de la hipoteca, y se quiere que la vivienda corresponda a cada uno en la parte proporcional en que se vaya a pagar, esto deberá quedar reflejado en la escritura que se firme ante notario.
De este modo, en caso de separación, la misma indicará en qué parte cada miembro de la expareja es titular del inmueble.
Qué pasa con la vivienda si me separo de mi pareja y he pagado más
Cuando la pareja se separa surgen también las dudas sobre qué hacer con la casa. Y en estos casos hay varias alternativas
- Que uno de los miembros quiera quedarse con la vivienda: para ello tendrá que pagar a la otra parte la parte de la vivienda que le corresponda.
- Vender la vivienda: Si ninguna de las dos partes puede o quiere quedarse con la casa, pueden venderla, y el dinero obtenido se repartirá en ambos en la proporción en que cada uno sea propietario del inmueble.
- Alquilar la vivienda: Al igual que en la compra, el dinero del alquiler se repartiría en la proporción que cada uno es dueño de la vivienda, aunque esta opción suele ser menos habitual.
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