Escrivá pone su confianza en la jubilación demorada para superar los años críticos del sistema de pensiones

Garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en España es la prioridad del ministro Jose Luis Escrivá, ya que se sabe que entre los años 2047 y 2049 se avecina un gran problema al que hay que buscar solución ya.

Escrivá pone su confianza en la jubilación demorada para superar los años críticos del sistema de pensiones
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Paola Vargas López

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Jose Luis Escrivá, ve la prolongación de las carreras laborales como una de las vías fundamentales de cara a garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones en nuestro país. Más allá de obligar a los trabajadores a retrasar su jubilación, lo que quiere es incentivarlo.

Entre los años 2047 y 2049, el número de pensionistas en nuestro país alcanzará los 15 millones de personas, serán los años más críticos y según fuentes del mismo Ministerio, se apuesta porque si los trabajadores Baby-boomers (los nacidos entre 1957 y hasta 1977) retrasan el momento de acceder a su jubilación, España podrá hacer frente al pico de gasto en pensiones de esos años. Y es que las previsiones del Ministerio son que en el año 2047 gran parte de los Baby-boomers ya habrán accedido a la jubilación y no solo eso, sino que lo harán con un elevado importe de su pensión.

Reforma de las pensiones para abordar este futuro problema

Ya en diciembre de 2021, con la aprobación de la primera parte de la reforma de las pensiones, liderada por el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, se introdujeron incentivos a la jubilación demorada, es decir, extender la vida laboral en activo del trabajador más allá de la edad mínima legal para retirarse. Estos incentivos se fijaron en dos posibles vías.

Una de ellas es disfrutar de un “cheque” que puede oscilar entre los 4.400 euros y los 11.300 euros por cada año que se demore el retiro del mercado laboral. Eso sí, dependerá de los años cotizados a la Seguridad Social en el momento de alcanzar la edad mínima legal (si son más o menos de los 44,5 años) y de cuál sea el importe de la pensión que le corresponda a dicho trabajador.

La otra de las opciones es incorporar un complemento del 4% más al mes a sumar al importe de la pensión por cada año que se retrase la jubilación. Estos cambios ya empiezan a observarse en la población, aunque eso sí muy levemente, y es que según datos del mismo ministerio, las nuevas jubilaciones demoradas tan solo representaron en 2022 un 5,4% del total. Este dato representa un aumento de siete décimas con respecto al año 2021, pero dista mucho de ser un porcentaje que pueda equilibrar la balanza de ingresos y gastos de nuestro sistema de pensiones.

El empleo es la principal vía para garantizar los ingresos del sistema de pensiones

El Ministerio lo tiene claro, la principal vía para garantizar los ingresos del sistema de pensiones es el empleo. Independientemente del aporte que pueda generar la jubilación demorada de los trabajadores, las aportaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social son clave.

Subida de las bases máximas de cotización, la aprobación de una nueva cuota de solidaridad para las rentas más altas y el incremento del peso del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), son las medidas que se han tomado al respecto.

Pero reducir la clara temporalidad en los contratos de trabajo que caracteriza a España es necesario para poder situar el mercado de trabajo español dentro del mismo marco que el entorno europeo, reduciendo drásticamente las tasas de desempleo. Pero aunque los datos evolucionan favorablemente, aún es pronto para vaticinar cuál será la evolución de estos dentro de más de 20 años de tiempo.

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