La Comission de Règulation de l’Énergie francesa ha dicho no a las interconexiones eléctricas transpirenaicas con España. Esta renuncia tiene varias consecuencias negativas, tanto a nivel económico como sostenible. Un informe publicado por la Red Europea de Gestores de Redes de Transporte de la Electricidad (Entso-e) señala que, de llevarse a cabo, el ahorro sería de 132 millones de euros al año, en costes para el sistema eléctrico en 2030.
Francia no necesita estos movimientos para asegurar su estabilidad eléctrica, porque cuenta con un alto nivel en producción. Ahora pretende que nadie pueda eclipsar esto, y busca anular la competencia en cuanto a precios y suministros, de modo que se convierta en el foco de atracción para las industrias.
Las interconexiones eléctricas están respaldadas por la Unión Europea y cuando se publicó la Planificación de Electricidad 2021 - 2026, se consideraba un ahorro aproximado de 93 millones de euros. Pero Francia se encasilla en sus argumentos: no se demuestra que los beneficios superen los costes.
En qué consiste el proyecto de interconexión eléctrica
En su página web, Red Eléctrica explica que el proyecto contempla dos interconexiones entre Francia y España por los Pirineos. Aunque de momento se trata de eso, de un proyecto, porque no será hasta 2030 cuando comiencen a funcionar. No obstante, ya están apareciendo las primeras reacciones.
Una de ellas, la de Francia, que ha renegado de la propuesta. En estos momentos ellos mismos se bastan y sobran para suministrarse electricidad. Pero cuando llegó la llamada crisis energética, no era así y tuvo que recurrir a España en varias ocasiones. A pesar de eso, el pasado mes de septiembre prescindía de España para la elaboración de su mapa de solidaridad energética.
De esto se salva la interconexión del Golfo de Vizcaya, que sí está en marcha a través de un gran cable submarino. Cuenta con el aval del Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera.
Por ejemplo, esta obra va a permitir una subida en el intercambio eléctrico de los 2.800 megavatios hasta los 5.000. La idea es la de dejar de lado el aparente aislamiento que tiene España ante la Unión Europea, gracias a la integración de las renovables en el sistema ibérico e impulsando que el Mercado Ibérico de la Electricidad entre en el Mercado Interno de la Electricidad de la comisión continental.
"Se debe completar el proceso de interconexión"
La ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, avisaba en el mes de febrero con respecto a estas dos interconexiones. Aseguraba entonces que "se debe completar el proceso para facilitar la salida de hidrógeno de la península ibérica hacia el norte de Europa" a través del corredor H2Med, del hidroducto submarino BarMar.
Tanto entonces como ahora, "no sólo es para cumplir formalmente con los umbrales mínimos que fija la UE, sino porque una Europa conectada es una Europa más eficiente, más inteligente en el uso de los recursos pero también cuenta con más alternativas".
Para ello, además de continuar con las conversaciones ya empezadas con los operadores del sistema, deben comenzar las de los gobiernos "con más detalle".
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