
España siempre ha sido un país de lavar los ‘trapos sucios’ en casa. Pero es ahora cuando empieza a ver cómo se consolida el sector de las lavanderías. En ciudades como Granada, la expansión de los locales para hacer la colada es visible con un simple paseo por cualquiera de sus barrios del centro, pero también en otras localidades más pequeñas que han apostado por un sistema de negocio casi ‘autosuficiente’.
Y sí; dependiendo de una mejor ubicación, los beneficios pueden llegar a ser más que importantes. ¿Su inversión? No tiene canon de entrada, pero puede implementarse con una financiación que puede ir desde los 30.000 euros hasta aproximadamente los 80.000. En este rango se llega a incluir la compra de los equipos, la adecuación del local, licencias y otros gastos iniciales, según Electrolux Professional, proveedor mundial de soluciones de cocina, lavandería y máquinas de bebidas.
Hablamos de negocios donde su inversión es contenida frente a otros negocios o proyectos, sin necesidad de personal, donde se ingresa dinero en efectivo, e idóneos para compaginar con otras actividades. En paralelo, el perfeccionamiento de los sistemas de domótica -las tecnologías que permiten automatizar y controlar funciones como las máquinas, la iluminación, la climatización, la seguridad- hace que la gestión sea cada vez más sencilla… y menos el tiempo que haya que dedicarle.
Montar una lavandería en España puede costar entre 30.000 y 80.000 euros
Así, estamos viendo con las llamadas lavanderías autoservicio como la comodidad de lavar la ropa mientras se hace la compra o se toma un café está cambiando nuestros hábitos. Porque sí; el uso doméstico de la lavadora y secadora es mayoritario en España pero, con cifras de compañías como Fresh Laundy, más de 14 millones de hogares carecen de estos aparatos eléctricos por separado. Esto lo aprovecha el sector para facturar en España 965 millones de euros en 2024, con un crecimiento del 7,8%, según datos del Observatorio Sectorial DBK.
Y, si te estás preguntando si este podría ser tu próximo emprendimiento, estás en lo correcto. Abrir una lavandería autoservicio no solo es una idea atractiva, sino que puede ser bastante rentable.
¿Quién y por qué las usan? Los motivos son varios. Algunos por una cuestión de necesidad, otros por comodidad a la hora de lavar prendas más grandes, otros por una urgencia de última hora. Este modelo de negocio destaca por su conveniencia y flexibilidad, permitiendo a los clientes lavar su ropa según sus propios horarios y necesidades, sin la intervención del personal del establecimiento. Esto no solo reduce los costes operativos para el propietario de la misma, sino que también ofrece a los clientes una experiencia de lavado más personalizada y autónoma.
Las lavanderías, un negocio de inversión contenida, sin necesidad de personal, e idóneos para compaginar con otras actividades
Estos negocios también se extienden como franquicias. Según el recuento de estos locales por parte de la Asociación Española de Franquiciadores, en ciudades como Madrid llegan a haber en este momento alrededor de 200 establecimientos con este régimen. “Como es un sector incipiente, antes se incluían en el apartado de tintorerías”, indican. Ahora ya cuentan con su propio recuento, lo que también da una idea del peso que están ganando.
Actualmente, se ha visto como una moda que hasta ahora apenas se veía en España, al menos en comparación con otros países en los que este tipo de negocio es más habitual. Pero los cambios de hábitos de la población han hecho proliferar el número de franquicias que se dedican a esta actividad. Y lo hace por tres razones:
- Su gestión es sencilla. No es necesario dedicarle mucho tiempo, no es una empresa de la que se tenga que estar todo el tiempo pendiente.
- Tiene una inversión baja. Se calcula que el precio medio en este tipo de franquicia es de entre 15.000 y 80.000 euros. El precio medio ronda los 30.000 euros.
- Su rentabilidad es muy elevada. Una lavandería de autoservicio puede facturar entre 3.000 y 12.000 euros al mes, en función de la zona y del tránsito de clientes.
La gama de servicios puede variar desde una simple lavandería de autoservicio hasta opciones de servicio completo. El tipo de servicio que se elija dependerá de las necesidades de un público objetivo, nuestro presupuesto y los recursos que se tengan disponibles.
Según fuentes del sector, en España se facturan ya entre 70 y 80 millones de euros en este tipo de negocios. Por eso, ya hay en torno a 1.500 establecimientos operativos en nuestro país, con una media de cinco lavadoras y dos secadoras. Los clientes han visto que en un tiempo medio de 45 minutos (muy por debajo de lo que se tarda en casa) te llevas la ropa lavada y seca y eso, al fin y al cabo, es un ahorro de tiempo y también de dinero en los hogares.