Tarifas planas de luz y de gas, ¿son realmente beneficiosas?

Analizar las luces y sombras de las tarifas planas de luz y de gas para saber si es rentable o no contratarlas, es fundamental.

Esperanza Murcia

En la actualidad se está viviendo un auténtico ‘boom’ de las tarifas planas de luz y de gas. Ante las constantes subidas existe el debate de qué servicios contratar para conseguir un ahorro en las facturas del hogar y cuáles aportan mayor rentabilidad. En este campo entran a jugar las tarifas planas, que en este periodo de inestabilidad prometen la misma cuota mensual durante todo el año sin importar el consumo del cliente. Al menos a simple vista. 

A priori parece que son todo ventajas, pero hay que tener en cuenta que quien hace la ley también hace la trampa. Es cierto que las tarifas planas pueden ser beneficiosas para un perfil concreto, pero también está sujeta a una serie de condiciones que pueden salir bien caras en la economía doméstica. 

Descubrimos cuáles son las condiciones a las que está sujeta esta rentabilidad, en qué consisten las tarifas planas y si conviene o no realmente contratarlas.

¿Qué son las tarifas planas de luz y de gas? 

Las tarifas planas de luz y de gas son aquellas por las que pagamos siempre la misma cuota mensual durante los 12 meses que componen el año, independientemente del consumo que hagamos. Una vez finalizado el contrato, pasaremos a una nueva regulación en la que la compañía establecerá una cuota mensual basándose en el gasto energético que hemos consumido durante el año anterior. 

Si nos quedamos con esto podría parecer que lo que se nos ofrece es una barra libre de energía en la que no tenemos que mirar cuánto gastamos ni qué consumimos. Pero nada más lejos de la realidad, ya que si sobrepasamos el consumo máximo establecido de nuestro contrato nos enfrentaremos a una penalización económica. El precio a abonar de esta sanción sería la diferencia entre el consumo máximo anual y el consumo realizado. 

Endesa, Naturgy, Holaluz, Podo o Repsol son algunas de las empresas energéticas que se han sumado a las tarifas planas de luz y gas, ofreciendo actualmente sus servicios. 

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de las tarifas planas?

Las tarifas planas muestran tanto beneficios como inconvenientes, dependiendo también de nuestro perfil como consumidores. Esto último es importante ya que es la clave que nos dirá si realmente es una vía eficaz para crear un método de ahorro, aunque es algo en lo que se profundizará más adelante. 

Comenzando con sus ventajas, saber qué vamos a pagar cada mes por nuestra factura de luz y gas puede ayudar a que podamos gestionar mejor todos nuestros gastos. No nos llevaremos ningún susto a la horar de abrir nuestras facturas y tendremos la seguridad de saber qué tenemos que pagar de forma mensual, lo que nos puede ayudar a mantener un control de la economía doméstica

Asimismo, la mayoría de empresas que ofrecen este servicio en el mercado bonifican con cuotas gratis o devoluciones económicas a aquellos consumidores que no hayan consumido el total del suministro contratado al finalizar el año. No obstante, lo más conveniente es estar pendientes de la regulación anual y si gastamos mucho menos del máximo contratado solicitar una reducción de nuestra cuota mensual. 

En el lado contrario, fijándonos en sus desventajas, nos encontramos con la penalización que estamos sujetos en caso de que sobrepasemos los límites del consumo máximo establecido que se fijó por contrato. Cabe señalar que la mayoría de empresas energéticas han puesto medidas a la hora de realizar el pago de esta sanción: bien aparece recogida en la primera factura del mes siguiente o bien prorrateada a lo largo del año en el nuevo contrato, la más común.  

Otros aspectos negativos que presenta este sistema es que no podemos beneficiarnos de la discrimianción horaria, por la que se puede pagar menos en horas concretas del día, ni tampoco llevar un control real de lo que gastamos. Además la mayoría de comercializadoras no incluyen en su precio fijo el pago de impuestos. 

¿Es entonces rentable contratar las tarifas planas de luz y gas?

Es una respuesta que como adelantamos dependerá sobre todo de una clave: el gasto energético y el control que hagamos del mismo. Si no llevamos un control estricto de nuestro consumo podemos sobrepasar los límites establecidos y ver un aumento más que considerable en nuestros recibos. 

El problema reside en que este control es difícil de llevar a la práctica, ya que cuando contamos con una cuota mensual establecida se puede generar una falsa confianza que distorsione el control real de lo que gastamos, haciendo que este se dispare. Se debe de tener en cuenta que para que este tipo de tarifas tengan cabida tienen que ser competitivas, y esto se asegura con unas subidas garantizadas por cada determinado número de regulaciones. Este olvido de nuestro consumo real también puede provocar que nos olvidemos de ahorrar. 

Así lo defiende la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) quien desaconseja la contratación de tarifas planas. El principal motivo de la OCU es la cuota fija mensual, que tacha de elevada. Desde el organismo defienden que no es menor a la tarifa de los contratos tradicionales en base al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Entre otras razones también alegan la falta de fomento a la eficiencia energética, el desuso de la discriminación horaria, la regulación anual (que consideran demasiado tiempo) y la falta transparencia en cuanto a cómo se generan los cálculos de las cuotas. 


Teniendo en cuenta todo esto, las tarifas planas de luz y de gas sólo serán beneficiosas para aquellas personas que se comprometan a controlar su gasto energético de forma estricta, sin salirse de las franjas de consumo que estén pactadas. De no ser así, esta clase de tarifas no aportará ningún beneficio y por tanto no puede ser recomendada para su contratación, ya que estaremos enfrentándonos a una subida tras subida por la que acabaríamos pagando bastante dinero de más.

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