Seguro de vida: ¿qué hacer si se descubre que un familiar fallecido tenía una póliza?

El Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento fue creado en 2007 por el Ministerio de Justicia. Su misión: evitar que, por desconocimiento, estas pólizas se queden sin cobrar.

Seguro de vida de familiares fallecidos
Javier Martín

Aquellos que evidenciaron que son potenciales beneficiarios de un seguro de vida contratado por un familiar fallecido aumentaron un 2,46% en 2021 si se compara con 2020. Así lo afirma la agencia EFE a tenor de los datos facilitados por el Ministerio de Justicia, la misma institución que creó en 2007 el organismo que tiene como misión evitar que, por desconocimiento, las pólizas de este tipo se queden sin cobrar.

El Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento constató en su base de datos que aproximadamente 246.000 personas descubrieron esto el pasado año, confirmando el aumento de la tendencia de comprobar si alguno de los familiares fallecidos poseía un seguro de vida. Se trata de uno de los productos financieros más habituales pero de los que menos constancia se suele tener por parte del círculo familiar más cercano y de los que podrían acabar siendo beneficiarios.

Desde ese 2007, unos 5,5 millones de personas se han encargado de consultar el registro. 523.446 sólo el año pasado, cuando se recibieron unas 6.500 peticiones más que el año anterior. De esta manera, se expidieron 314.777 certificados con o sin contrato de seguro de vida asociado, y las gerencias territoriales de toda España, 176.453 certificados.

¿Qué y cómo pedir los certificados del Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento?

Se trata de la solicitud de información para comprobar si se es beneficiario de un seguro de vida. Se puede enviar por vía telemática, por vía electrónica o por la aplicación del notariado; o bien por correo postal o de oficio, por otras Administraciones. También presencialmente, por las gerencias territoriales y por la Oficina Central de Atención al Ciudadano.

A ellos se le suman las notas informativas, la respuesta a una petición de información en vida del asegurado. Por ejemplo, cuando una persona quiere saber si las pólizas que tiene contratadas figuran en el registro.

De esas notas y certificados solicitados en 2021, 123.773 procedían de las notarías, que están obligadas a informar de oficio cada vez que tramitan una herencia. Así, de ese número de certificados, 42.447 tenían asociada alguna póliza. Además, a la sede electrónica (telemática) del Registro llegaron otras 185.894 peticiones, y en 100.139 existía algún seguro de vida, puntualiza ‘EFE’.

Madrid y La Rioja coparon el número de solicitudes. Tras ellos, Barcelona y Vizcaya. Más de la mitad del total de las solicitudes tuvieron resultado positivo, lo que evidencia la importancia de comprobar esto.

¿Quién puede pedir los certificados del Registro de Contratos de Seguros de Cobertura de Fallecimiento?

Toda persona que crea que pueda ser beneficiario puede solicitar el certificado una vez que se acredite el fallecimiento del asegurado y hayan pasado 15 días desde el deceso. Para ello, habrá que presentar el certificado de defunción, rellenar la solicitud y pagar una tasa de 3,78 euros.

Así se obtendrá el registro en el que se emite una certificación donde constan los seguros (de vida y a los de accidentes en los que se cubra la contingencia de fallecimiento) que correspondan para que el potencial beneficiario acuda a las compañías aseguradoras con tal de comprobar si lo es. De no ser, la compañía no tiene obligación de revelar la identidad de los que sí lo sean.

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