
Los tesoros ocultos no solo están en los mares o barcos piratas antiguos hundidos que guardan monedas antiguas. También pueden encontrarse en lugares más rutinarios, como el fondo de un cajón de la casa de los abuelos o esa caja de la buhardilla que nunca se ha abierto. La moneda española del Mundial de 1980, por su peculiaridad, es un ejemplo. Hace apenas siete años desde el final de la dictadura franquista, el Mundial de 1982 se alzaba como una oportunidad para que España recobrara su prestigio internacional y se abriera al mundo. Sin embargo, la eliminación en la segunda fase del torneo no ayudó a ello.
Más allá de ello, con la intención de conmemorar un evento de tal jerarquía, la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT) lanzó una serie de monedas conmemorativas del Mundial. Entre ellas, figuraban valores como 100 pesetas, 50, 25, 5, 1 y 50 céntimos, cada una adornada con el perfil de Juan Carlos I y variadas inscripciones, incluido el escudo nacional. Con el paso de las décadas, han evolucionado de simples elementos con valor nominal o de recuerdo sentimental, a codiciados objetos de deseo entre los numismáticos.
Su valor, como explica la plataforma especializada en numismática (coleccionismo de monedas antiguas), la otorga la combinación de factores como la tirada, su tiempo en circulación, la demanda coleccionista o las peculiaridades que pudiera contener, como el acto o personaje a representar o los errores fabricación que pudiese presentar. Hoy en día, estas piezas, que en su origen tuvieron un precio modesto, han alcanzado cotizaciones superiores a los 600 euros en el mercado numismático.
Cómo distinguir la moneda de peseta de 1980 y ‘el error del Mundial’
En este último supuesto se enmarca la de cinco pesetas de 1980, que presenta un error numismático inusual. Mientras un lado muestra el valor correcto, el retrato de Juan Carlos I ostenta la fecha de 1975, generando un fenómeno conocido como ‘el error del Mundial’. Una rareza que no solo la hace especial simbólicamente, sino que ha catapultado a la moneda de cinco pesetas a convertirse en una pieza preciada para aquellos que buscan especular con ella económicamente.
Sin embargo, su valor comercial dependerá de una adecuada condición óptima de conservación y limpieza. Un fenómeno que suele resultar poco frecuente en aquellas monedas que no han sido resguardadas con los materiales adecuados para preservar de la mejor manera su estado original.
Otras monedas de peseta valiosas
Más allá de la del ‘error del Mundial’, otras monedas también tienen rarezas históricas, errores de acuñación o ediciones limitadas que las convierten en altamente buscadas para los cazamonedas. Algunos ejemplares destacados incluyen:
- Moneda de 1 peseta de 1869: Emitida durante el reinado de Isabel II, es extremadamente rara y codiciada por coleccionistas. Valor aproximado de 200 euros.
- Moneda de 25 pesetas de 1990: Esta moneda tiene un error de troquelado en el reverso, en el que aparece la inscripción "25 PTAS" en lugar de "25 PESETAS". Su valor puede rondar los 1.000 euros.
- Moneda de 100 pesetas de 1980: Conmemorativa del IV Centenario de la muerte de Felipe II, existen algunas variantes con errores que aumentan su valor. Su valor ronda los 700 euros.
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