Gran parte de España se encuentra inmersa en una ola de calor, con temperaturas que alcanzan los 44 grados en varias zonas, según informa Luis Bañón, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Además, se espera que para este sábado el sureste peninsular registre las temperaturas más altas. Debido a estas altas temperaturas muchos buscan alternativas más eficientes que el aire acondicionado. Además de disparar la factura de la luz, son aparato que de por si tienen un alto índice de contaminación.
En el caso de que no tengas aire acondicionado o que simplemente quieras prescindir de su uso, existe alternativas que usaban nuestros abuelos para bajar la temperatura de nuestros hogares sin tener que gastar ni un euro de luz.
Fregar el suelo con agua fría
Fregar el suelo de las viviendas con agua puede ayudar a reducir la temperatura interior en varios grados. El suelo acumula el calor durante el día y el agua contribuye a disipar esa acumulación térmica. Este proceso puede repetirse tantas veces como sea necesario a lo largo del día, permitiendo una disminución de hasta dos grados en la temperatura del hogar.
Ducha de agua fría
Según un estudio de la Universidad de Virginia, el baño frío activa el sistema nervioso y aumenta el nivel de noradrenalina en el cerebro. El calor provoca síntomas similares, por lo que una ducha de agua fría puede activar el organismo y ayudar a reducir el nivel de estrés provocado por el calor. Además, este estudio respalda que tomar una ducha de agua fría antes de dormir, además de combatir el calor, ayuda a mejorar la digestión.
Cerrar las ventanas al mediodía
Cerrar las ventanas a mediodía es una medida eficaz para mantener la casa fresca, aunque hay que renovar el aire cada mañana a primera hora, ya que es cuando la temperatura es más baja. Es recomendable ventilar cada habitación durante unos minutos para aprovechar el aire fresco y cuidar nuestra salud. Sin embargo, a media mañana, el sol empieza a brillar con fuerza y el aire se vuelve más cálido. Por ello, es preferible cerrar las ventanas hasta el anochecer.
Por la noche, las temperaturas descienden, aunque sea mínimamente, por lo que se pueden volver a abrir las ventanas y puertas. No obstante, si hay calima o rachas de aire caliente y la temperatura interior es más baja que la exterior, se deben mantener las ventanas cerradas todo el tiempo posible, incluso de noche.
Crear corrientes de aire
Crear corrientes de aire es otro de los métodos más eficaces y sencillos para mantener fresca la casa en verano, sobretodo de noche. Lo más recomendable es abrir dos ventanas contrapuestas para crear una corriente de aire. Si el aire pasa por un pasillo o un lugar estrecho, el efecto túnel ayudará a enfriarlo aún más. De este modo, se consigue enfriar la casa de forma natural y efectiva.
Bajar las persianas
Mantener las persianas bajadas durante el día puede evitar que el calor se acumule en el interior de las viviendas, reduciendo la temperatura en más de 5 grados y el uso de aparatos de climatización.
Otros consejos incluyen mantenerse bien hidratado con agua y bebidas refrescantes, evitar el ejercicio físico durante las horas centrales del día, no consumir alcohol antes de dormir y cenar ligero. También se recomienda utilizar los electrodomésticos durante la noche para evitar el calor que generan, apagar completamente el ordenador antes de dormir si se encuentra en el dormitorio, optar por ropa fresca y evitar tejidos sintéticos y ajustados. Además, es útil comprobar si el colchón tiene una cara específica para el verano, lo que puede mejorar la comodidad.
Añadir plantas
Añadir plantas es una de las formas más agradables y efectivas de refrescar la casa en verano. Estas no solo decoran y alegran cualquier rincón, sino que también ayudan a enfriar la casa sin necesidad de aire acondicionado. Una terraza o balcón con plantas siempre estará más fresco que uno sin ellas.
Las plantas de interior, especialmente las de hojas grandes, refrescan de manera natural tu hogar, especialmente si las riegas al caer la noche. Esto no solo mejora la temperatura, sino que también contribuye a un ambiente más saludable y agradable.
Apaga los electrodomésticos y las luces
Cualquier electrodoméstico en funcionamiento genera y emite calor. Para enfriar la casa sin aire acondicionado, se recomienda limitar su uso siempre que sea posible. Aunque hay aparatos, como la nevera, que no pueden desconectarse, otros dispositivos electrónicos sí pueden apagarse cuando no se están utilizando. Por ejemplo, se aconseja no dejar la televisión encendida y apagar los ordenadores y otros equipos electrónicos cuando no estén en uso.
Además, mantener las luces apagadas no solo contribuye al ahorro en la factura de la luz, sino que también ayuda a reducir la temperatura ambiente. Las luces halógenas, por ejemplo, emiten una cantidad significativa de calor, lo que incrementa la temperatura de la habitación.
Colocar recipientes con agua
Es simple, efectivo y una solución cuando no se dispone de aire acondicionado. Para ello, basta con colocar recipientes con agua y hielo de manera estratégica en la habitación, preferiblemente en las esquinas o bajo las ventanas, por donde entra el aire caliente.
Hielo junto al ventilador
Para conseguirlo es necesario tener un ventilador y poner frente a el un recipiente con hielo y sal, pero recuerda ponerlo a una distancia segura. Este sencillo método permite que el aire en movimiento pase sobre el hielo, enfriándose ligeramente y ayudando así a refrescar el ambiente de manera más eficiente.
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