
La carne roja, sobre todo la procesada, acelera el deterioro cognitivo y aumenta el riesgo de padecer enfermedades relacionadas con la memoria, como la demencia senil o el alzhéimer, con una alta precocidad en la pérdida de memoria. Así concluye un estudio publicado por investigadores estadounidenses de Harvard, que ha reunido a más de 130.000 personas durante 43 años comparando sus niveles de consumo de la carne roja procesada y no procesada, con la frecuencia con la que aparecen síntomas de demencia y problemas de memoria.
Hasta ahora no se había llevado a cabo una investigación similar que relacionara de manera tan clara el consumo de esta carne y la salud cognitiva, uniéndose a otra serie de trabajos anteriores que ya evidenciaban el efecto directo que tienen este tipo de alimentos en el metabolismo.
La investigación que revela esta importante afirmación se ha basado en dos grandes estudios de salud a largo plazo: el Nurses’ Health Study, que evalúa los factores de riesgo de enfermedades en mujeres, y el Health Professionals Follow-Up Study, que muestra cómo influye la nutrición en la salud de los profesionales sanitarios. Ambas investigaciones arrojaron una enorme cantidad de datos, los cuales han sido aprovechados por los autores del Hospital Brigham and Women’s, la Facultad de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y el Instituto Broad, para publicar su estudio.
El total de personas registradas en la muestra ha sido de 133.771, con una media de edad de 49 años al principio de un período de tiempo de más de 40 años. Hasta 11.173 personas fueron diagnosticadas con demencia en ese intervalo de tiempo.
En el estudio, los participantes tenían que rellenar un cuestionario de sus hábitos alimentarios, el cual después utilizaban los investigadores para ordenar la población analizada dependiendo de su consumo de carne al día, con una ración similar para todos los integrantes del estudio.
Hasta un 13% más de probabilidad de tener demencia o Alzhéimer
Dejando a un lado factores ajenos como los antecedentes familiares de demencia o el nivel socioeconómico de los participantes, los resultados reflejan que aquellos que comen una cuarta parte de la ración de carne impuesta para la investigación, al día tienen un 13% más de riesgo de desarrollar demencia, que los que consumen menos de la décima parte de una ración diaria.
No son los únicos datos que demuestran el aumento de la probabilidad de tener demencia en personas que comen carne roja, además, un grupo de 17.458 mujeres con una edad media de 74 años, llevaron a cabo varias pruebas objetivas para valorar la memoria y la capacidad de razonamiento. En este caso, los investigadores descubrieron que el aumento de una ración diaria de carne se asocia con un deterioro mental acelerado en más de 1,6 años.
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