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Esto es lo que debes ganar al mes para cobrar una pensión de 3.000 euros

Para conseguir cobrar 3.000 euros de pensión será necesario cotizar un mínimo de años, además de hacerlo bajo una determinada base reguladora.


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Un jubilado mirando una solicitud de jubilación |BOE
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

La pensión de jubilación resulta en la mayoría de los casos la principal fuente de ingresos, por lo que todo trabajador quiere que al final de su vida laboral, esta sea lo más alta posible, ya que sustituye en la práctica al salario. A muchos les gustaría cobrar la pensión máxima o en su defecto una pensión de 3.000 euros mensuales, pero dado que el sistema público de pensiones es tan dinámico y cambiante, muchos se preguntan ¿qué hay que hacer para conseguir esa cuantía?

Según el método de cálculo de las pensiones de jubilación de la Seguridad Social, tiene en cuenta el total de años cotizados, así como las últimas bases de cotización. Así, para conseguir una pensión de jubilación cercana a los 3.000 euros, será necesario cotizar por un mínimo de años y así como hacerlo cobrado un determinado sueldo, que será clave para tener una base reguladora mayor.

Ahora también hay que tener en cuenta la edad de jubilación, que si bien no afecta en el cálculo, sí que puede reducir la cuantía si no accedemos a través de la edad ordinaria. De hecho, esta edad ha ido cambiando con el paso de los años debido a la Ley 27/2011, puesta en marcha en 2013. Así, por ejemplo, para este 2025, la edad ordinaria de jubilación está situada en los 66 años y 6 meses o 65 años, si se tiene 38 años o más cotizados.

Cómo se calcula la cuantía de la pensión

El primer paso consiste en calcular la base reguladora, que para entenderlo en el 100% de la pensión a la que se tiene derecho en función de los cotizados y se calcula dividiendo entre 350 las 300 últimas bases de cotización (últimos 25 años).

Ahora, sobre este cálculo hay que actualizar con el IPC todas las bases de cotización, excepto las de los últimos 24 meses, que se toman a valor nominal. El objetivo es que no pierdan poder adquisitivo, ya que 1.000 euros hace 20 años no vale lo mismo que ahora y este coeficiente viene a paliar esto. Además, el trabajador puede beneficiarse de la integración de lagunas, permitiendo la inclusión de bases ficticias en aquellos periodos en los que no cotizo.

Una vez obtenida la base reguladora, hay que saber qué porcentaje de la pensión se tiene derecho en función de los cotizados. Así, según la Ley General de la Seguridad Social, con 15 años cotizados se tiene derecho al 50% de la base reguladora. En el caso de tener más meses se sumarán los siguientes porcentajes:

  • Por cada mes adicional durante los primeros 49 meses se suma un 0,21% extra.
  • Por cada mes de los 209 siguientes se añade un 0,19% extra.

De esta forma, quienes hayan cotizado 36 años y seis meses o más, tendrán derecho al 100% de la base reguladora, lo que se traduce en el 100% de la pensión.

Cómo conseguir una pensión de jubilación de 3.000 euros mensuales

Hay que saber, que con pocos años cotizados no se podrá cobrar una pensión de 3.000 euros, ya que es necesario un mínimo de años y además, tener una alta base de cotización y la base máxima está fijada en 4.720,50 euros mensuales.

Esto significa que, en determinados casos, alcanzar la base reguladora necesaria para una pensión de 3.000 euros puede resultar especialmente complicado si el trabajador no ha cotizado consistentemente a máximas cotizaciones o si cuenta con un número reducido de años cotizados.

Así, desde los 15 y hasta los 21 años no se podrá acceder. A partir de este, se deberá contar con la siguiente base reguladora:

  • Con 21 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 4.639,32 euros (64,66% de la base reguladora).
  • Con 22 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 4.483,29 euros (66,94% de la base reguladora).
  • Con 23 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 4.331,64 euros (69,22% de la base reguladora).
  • Con 24 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 4.195,80 euros (71,50% de la base reguladora).
  • Con 25 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 4.062,30 euros (73,78% de la base reguladora).
  • Con 26 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.947,39 euros (76,06% de la base reguladora).
  • Con 27 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.825,57 euros (78,34% de la base reguladora).
  • Con 28 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.720,86 euros (80,62% de la base reguladora).
  • Con 29 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.617,64 euros (82,90% de la base reguladora).
  • Con 30 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.528,18 euros (85,18% de la base reguladora).
  • Con 31 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.426,47 euros (87,46% de la base reguladora).
  • Con 32 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.333,33 euros (89,74% de la base reguladora).
  • Con 33 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.259,70 euros (92,02% de la base reguladora).
  • Con 34 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.182,19 euros (94,30% de la base reguladora).
  • Con 35 años cotizados, la base reguladora deberá ser de 3.116,94 euros (96,58% de la base reguladora).
  • Con 36 años y seis meses o más, la base reguladora deberá ser de 3.000,00 euros (100,00% de la base reguladora).

Por qué la base reguladora es mayor que el salario

La base de cotización es más alta, porque es la cifra sobre la que se aplican las aportaciones a la Seguridad Social y otros descuentos, y por eso no coincide con el salario neto o incluso con el bruto que percibe el trabajador, ya que a esta base se le restan las cotizaciones e impuestos correspondientes. Así, mientras el salario es el resultado final tras aplicar dichas deducciones, la base de cotización se utiliza para el cálculo de prestaciones, sirviendo de referencia para determinar la base reguladora en el sistema de pensiones.

En la nómina se observa que la base de cotización es la cantidad de la que se descuentan las cotizaciones a contingencias comunes, profesionales, desempleo y formación profesional, entre otros conceptos, efectuándose estos descuentos de forma mensual. Paralelamente, se aplican retenciones del IRPF sobre otra cantidad, obtenida al dividir el salario bruto anual entre el número de pagas, lo que explica las diferencias al recibir pagas extraordinarias, ya que en ellas no se descuentan las cotizaciones.

Por ello, la base de cotización resulta siempre superior al salario que efectivamente se cobra, y es esta cifra la que se utiliza para calcular no solo la pensión de jubilación, sino también otras prestaciones contributivas, como viudedad, incapacidad permanente o el desempleo.

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