La edad de jubilación se retrasa para poder pagar pensiones más altas

La reforma de las pensiones buscaba reducir las jubilaciones anticipadas para elevar la edad real de jubilación, llevando a unas pensiones más elevadas.

El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá
El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá EFE
Francisco Miralles

La reforma de las pensiones, liderada por el antiguo ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, buscaba reducir las jubilaciones anticipadas para así elevar la edad de jubilación real, que por primera vez ha llegado a los 65 años, aunque no es la misma que la edad de jubilación ordinaria. Sin embargo, otro de los grandes retos era reducir el gasto en pensiones, que en mayo de 2024 se situó en 2.732,23 millones de euros. Así lo demuestra el informe publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que muestra los efectos de la ley sobre la jubilación anticipada y demorada con datos de la muestra continua de vidas laborales del ejercicio 2022.

Según los datos publicados por el Ministerio de la Seguridad Social, la edad efectiva de jubilación, que es la media de todas las modalidades (ordinaria, anticipada, demorada), se situaba en 2015 en 64,1 años, en 2020 en 64,6 años y en 2024 en 65,1 años (datos acumulativos de abril).

Por otro lado, gracias al aumento de la edad efectiva de jubilación y a las revalorizaciones de las pensiones aprobadas por el Gobierno de España, las pensiones medias han crecido. En 2015, la pensión media se situaba en 1.189,98 euros, mientras que, según los datos de abril de 2024, esta se sitúa en 1.453,6 euros al mes, un 22,15 % más. Es decir, una mejora de 263,62 euros al mes o 3.690,68 euros anuales.

La reforma busca elevar la edad de jubilación premiando las jubilaciones demoradas

Si bien la última reforma de las pensiones ha contribuido a aumentar la edad de jubilación, existe otra anterior que también ha ayudado a incrementar esta edad efectiva. Esta norma, regulada en la Ley 27/2011, fue aprobada en 2011, aunque empezó a implementarse en 2013. En ella, se estableció un sistema dual en el que convivían dos edades: una a los 65 años para aquellos con largas carreras de cotización, y otra edad que aumentaría cada año hasta 2027, cuando se situaría en los 67 años.

Por otro lado, con la segunda reforma de las pensiones, se modificaron los coeficientes reductores para quienes se jubilen de forma anticipada. La reforma penaliza más a quienes quieren se retirar dos años antes de la edad de jubilación o en los últimos tres meses previos. Por otro lado, la reforma penaliza menos a aquellos que se jubilan entre 9 y 18 meses antes de la edad de jubilación, dependiendo de los años que hayan cotizado.

Por otro lado, la primera parte de la reforma introdujo una serie de beneficios en forma de incentivos para aquellos trabajadores que demorasen su vida laboral. Estos consistían en una bonificación del 4% sobre su pensión por cada año completo que cotizasen después de cumplir la edad ordinaria, o en un pago único con cantidades que oscilan entre los 4.000 y los 12.000 euros.

Penalizaciones para las jubilaciones anticipadas que cobren la pensión máxima

Los cambios en el diseño han reducido las jubilaciones anticipadas. En 2015, el 21,2 % de las nuevas jubilaciones eran anticipadas con coeficientes reductores, en 2020 era del 27,8% y en abril de 2024, este porcentaje bajó al 20,9 %. Este descenso ha venido acompañado de una reducción de un trimestre en el tiempo medio de anticipación.

Esta disminución de las jubilaciones anticipadas se debe principalmente a los coeficientes reductores sobre la cuantía, que, en las voluntarias, paso del 16% al 21%.

Simultáneamente, las jubilaciones demoradas han crecido, pasando del 4,7% en 2015 al 10,5% en abril de 2024, con un ligero aumento en los años medios de demora, de 2,8 a 2,9 años. Aunque los primeros años no aumentaron mucho, desde la aprobación de los incentivos en la jubilación demorada en 2021, este porcentaje ha pasado del 4,8% al 10,5% en 2024.

Esto ha resultado en un aumento de casi cinco meses en la edad efectiva de jubilación, superando el incremento de la edad legal de jubilación, que ha subido cuatro meses en el mismo periodo.

Un efecto adicional de la reforma ha sido el aumento de la pensión media, debido a menores penalizaciones (del 11,1 % en 2021 al 8,2 % en 2022). Así, la reforma ha logrado desincentivar la jubilación anticipada y aumentar la edad efectiva de jubilación, pero no ha conseguido reducir significativamente el gasto en pensiones, según los expertos de Fedea.

Finalmente, el informe indica que el impacto de la reforma en el gasto es “muy modesto”, estimado en un 0,02 % del PIB a largo plazo, si la edad efectiva de jubilación aumenta un año sin cambios en la edad legal.

Un tercio de las jubilaciones pierde dinero al escoger mal el incentivo

En 2022, los trabajadores que decidieron jubilarse más tarde de la edad correspondiente pudieron elegir, gracias a la reforma, entre un cheque de hasta 12.000 euros o una pensión un 4 % más alta de por vida por cada año de retraso. La mayoría, el 71,9 %, eligieron el 4 % adicional, mientras que el 22,9 % optaron por el cheque en efectivo. Ahora, aunque un 64,4 % acertaron con su elección, un 35,6 % (uno de cada tres) se equivocaron y perdieron dinero al no escoger la opción que más les hubiera beneficiado.

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