El IPC de julio se sitúa de forma definitiva en un 10,8%, la cifra más alta desde hace 38 años

La bajada del precio de la gasolina un 2% no ha conseguido compensar la subida del precio de los alimentos y la electricidad. La inflación subyacente subió seis décimas en julio, un 6,1%.

El IPC de julio se sitúa de forma definitiva en un 10,8%, la cifra más alta desde hace 38 años
IPC julio 2022
Isabel Gómez

Los dos dígitos en la inflación parece que se están implantando a un largo plazo. El Instituto Nacional Estadística (INE) confirma hoy, 12 de agosto, el dato definitivo correspondiente al mes de julio sobre el Índice de Precios sobre el Consumo (IPC), una cifra que sitúan a la inflación española en un 10,8% para este periodo y que refleja la variación del encarecimiento de la vida de los consumidores. Según muestra el organismo, la cifra sería la más alta en los últimos 40 años. Una evolución demasiado marcada en este 2022.

Así, se demuestra como se confirma el dato adelantado de julio, en donde la tasa de subida de precios es la misma que en el dato adelantado del mismo mes, cuando el IPC interanual se situó en el 10,8%, su nivel más alto desde 1984. Todo eso en una situación económica marcada por la guerra de Ucrania y las constantes amenazas del gobierno ruso sobre los cortes de suministros de gas. Y es que parece que la rebaja de la gasolina en un 2% en las últimas semanas, como se indicó desde el Gobierno de España, parece que no ha conseguido compensar el IPC: la cesta de la compra y la factura de la electricidad siguen disparados.

En cuanto a la tasa de variación anual que se estima para este mes de julio sitúa a la inflación subyacente en un 6,1%. En cuanto al IPC armonizado, la tasa anual se sitúa en un 10,7%, siete décimas por encima a la del mes anterior.

¿Qué ha provocado que el IPC suba al 10,8% en el dato adelantado de julio?

Todo comenzó el pasado mes de junio, cuando el IPC pasó de un 9,8 a un 10,2%, lo que ha supuesto que la vida se encarezca un 10% con respecto al verano de 2021. Se sobrepasó la cifra de los dos dígitos y a partir de ahí la espiral inflacionista parece que no va a cesar, por lo menos en los próximos meses. Y es que esta cifra es fundamental, por ejemplo, para los futuros pensionistas. El motivo es que a partir del segundo semestre del año es cuando se recomienda subir la base de cotización, ya que esta se actualiza conforme al IPC. La ventaja es que se aumentará la cuantía de la futura pensión.

En cuanto a los motivos que han provocado este contexto inflacionista, se deberá poner el foco en los incrementos de los carburantes y del transporte y de los alimentos frescos. Específicamente, estos subieron en un 16,2% y en un 13,5%, respectivamente, al finalizar julio.

¿Qué ocurre con la inflación subyacente?

El dato de la inflación subyacente continua en la misma línea desde el mes de mayo, ascendente y sin previsión de que vaya a mejorar hasta final de año. Y es que, como reflejan los datos del INE, en agosto este indicador se sitúa en un 6,1%, la tasa más alta desde 1993.

Aquí sí que se van a tener en cuenta otros factores como al sector de la hostelería, el cual ha experimentado un aumento de la afiliación a la Seguridad Social que ya alcanza niveles de antes de la crisis sanitaria.

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