
El Fondo Monetario Internacional (FMI) vira el rumbo hacia el dinero digital. A pesar de no tratarse todavía de un actor a todas luces tangible y protagonista en el escenario económico, pese a que determinados sitios permiten usar las criptomonedas y algunos cajeros ya permiten su cambio por dinero físico, uno de los máximos organismos económicos mundiales alerta de su creciente influencia.
En su misión de promover la cooperación monetaria internacional, garantizar la estabilidad financiera, facilitar el comercio internacional, promover un empleo elevado y un crecimiento económico sostenible, y reducir la pobreza en el mundo entero, ha afirmado que los activos del dinero digital desestabilizan los mercados. Y lo harán más, de continuar con su tendencia al alza.
El boom de las criptomonedas
Es un hecho la creciente popularidad y poder de atracción del mercado del dinero digital. Bitcoin o ethereum, algunas de las criptomonedas más populares, han quintuplicado su valor en el último lustro, pasando de algo más 500.000 euros a los casi 2,6 millones actuales, que se registraron como pico en el mes de noviembre.
La advertencia del FMI: creciente interconexión entre criptomonedas y bolsas
Según evidencia su cúpula directiva, el fenómeno de las criptomonedas y su democratización está produciendo que aumente considerablemente la conexión entre sus activos y las inversiones tradicionales, con sus correspondientes consecuencias. Entre ellos cita la limitación de los beneficios obtenidos de la diversificación del riesgo y el aumento del peligro de contagio en los mercados financieros.
En otras palabras. Ese aumento de correlación entre criptomonedas y acciones provoca el contagio entre las distintas clases de activos, virtuales y reales, por así decirlo.
Como ejemplo, el notable incremento de las consecuencias indirectas de los precios y la volatilidad del bitcoin sobre los mercados bursátiles, y viceversa, entre 2020-21 en comparación con 2017-19. Es decir, un movimiento de bitcoin puede tener consecuencias en los mercados financieros, dada la creciente interconexión entre los activos del dinero digital y las bolsas.
"Nuestro análisis sugiere que los criptoactivos ya no están al margen del sistema financiero", apunta el consejero financiero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital de la institución, Tobias Adrian. A su juicio las oscilaciones comunes por su volatilidad e inestabilidad amenazarán progresivamente la estabilidad financiera.
El FMI aconseja regular las criptomonedas
Ante este contexto, la institución monetaria propone elaborar de forma global un marco legal “integral y coordinado” que regule y supervise el dinero digital en los ámbitos nacionales para tratar de amortiguar los posibles shocks financieros derivados del tejido de las criptomonedas y buscar una cierta estabilidad.
Según ha avanzado en un primer boceto, implicaría medidas relativas a los principales usos de los criptoactivos, así como elaborar un guión de requisitos respecto a la exposición y compromiso sobre estos activos de las instituciones financieras reguladas. En resumen, un método de actuación.
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