Si haces esto en una entrevista de trabajo, no te llamarán

No caigas en estos errores típicos de las entrevistas de trabajo, porque lo más probable es que no te llamen para darte el empleo.

Si haces esto en una entrevista de trabajo, no te llamarán
Una mujer nerviosa durante la entrevista
Esperanza Murcia

La situación es la siguiente: llevas un tiempo buscando trabajo, echando currículums en multitud de empresas y, por fin, recibes la esperada llamada de teléfono, ¡te han seleccionado para una entrevista de trabajo! Vas con toda la ilusión y ganas posibles, sales contento y, de repente, pasan los días y el móvil no vuelve a sonar, ¿qué ha pasado?

Puede que hayan encontrado a un candidato más preparado o que consideren que tu perfil no encaja en la empresa, pero siempre te quedará esa pregunta que puede llegar a ser tortuosa: ¿habré hecho algo mal? Para que no te quedes con la duda, hay una serie de acciones que nunca deberías hacer en una entrevista de trabajo. En caso de que, aunque sea sin darte cuenta, caigas en estos errores, es muy probable que no te den el trabajo. 

Los errores que nunca debes cometer en una entrevista de trabajo

Vaya por delante que jamás debes llegar tarde. Es algo que todos los candidatos deben saber de serie, pero nunca está de más recordar que la impuntualidad refleja desinterés, falta de motivación y, más allá de lo laboral, falta de educación. A este error garrafal, se suman las siguientes acciones que debes evitar durante la entrevista si quieres que te contraten y obtener el empleo.

No ir preparado para la entrevista

La preparación es clave si se quiere conseguir el puesto de trabajo. Y no nos referimos a prepararse las preguntas clásicas de una entrevista, sino a investigar la empresa: conocer su modo de trabajar, qué perfiles busca, cuáles son sus objetivos, misión y valores, cómo puedes ayudarles con ellos, qué puedes aportarles… 

Adaptar tus respuestas a todas estas cuestiones mostrará tu interés por la compañía, se te verá más confiado, y se te verá con conocimiento de qué implica ocupar el puesto ofertado. También recomendamos que te informes de cuál es su competencia directa, porque pueden que también te pregunten por este asunto en concreto. Con esta preparación, además, evitarás caer en los tópicos, por lo que destacarás sobre el resto. 

No mientas sobre tu experiencia o habilidades

Puede que, en un primer momento, consigas “engañar” a los reclutadores, pero las mentiras no te llevarán a ningún lado. Si confirmas tener una experiencia o habilidades que no tienes, se acabará viendo en la práctica, ya sea con posibles casos prácticos durante la entrevista, algo cada vez más común en los procesos selectivos, o bien una vez dentro de la compañía. 

Si no cuentas con experiencia, siempre alude a tu predisposición por aprender y afrontar nuevos retos. Busca también responsabilidades anteriores que hayas ocupado y que pueden ayudarte con las funciones que necesitas desarrollar en el nuevo puesto.

No hables mal de tu anterior empresa

Es posible que tengas razón, pero hablar mal de tus excompañeros de trabajo o tu anterior empresa no te llevará a ningún lado. Y, pero, dará una mala imagen. Por un lado, la compañía en la que aspiras entrar podría pensar que en un futuro podrías hacer lo mismo con ellos

Por otro lado, pueden tener contactos en tu anterior trabajo (especialmente si son del mismo sector) o pensar que eres un perfil problemático. Céntrate solo en lo positivo: en las habilidades que has adquirido, los objetivos conseguidos y, en general, en la experiencia que te han aportado tus anteriores trabajos. 

No interrumpas durante la entrevista

Es positivo que te muestres participativo y tengas iniciativa, pero respeta los tiempos. Son los reclutadores los que llevan el ritmo de la entrevista y no debes interrumpirles para solventar tus dudas o mostrar tu opinión sin que ellos hayan terminado. Al final, por cierto, siempre suelen dejar un turno de preguntas. 

No ser conciso y claro en tus respuestas

Como hemos explicado, debes prepararte a conciencia para la entrevista, anticipándote a sus preguntas y revisando bien tus respuestas, siempre adaptadas al puesto de trabajo. Pero debes medir bien los tiempos, siendo claro y conciso, sin que sean demasiado breves o extensas. Como consejos finales, cuida tu lenguaje corporal, vístete acorde para la ocasión y cuida tus redes sociales, porque la mitad de las empresas ya las consultan para valorar a los candidatos. 

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