Pagar un “salario mínimo” a los fijos discontinuos cuando no trabajen: una propuesta para controlar a las empresas

Fedea plantea un ‘bonus-malus’ o un salario mínimo cuando los fijos discontinuos se encuentren en inactividad. También una indemnización por fin de llamamiento.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo
Fedea plantea una retribución mínima y una indemnización por fin de llamamiento. EFE
Esperanza Murcia

La Fundación de Estudios de Economía Aplicada, Fedea, publicó esta semana un estudio sobre los trabajadores fijos discontinuos en España que no ha pasado indiferente. Ni siquiera para la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que celebró que reconociesen que los datos proporcionados por el Gobierno son “reales”, aunque haya discrepancias. Uno de los datos destacados del informe es el hecho de que, tras la reforma laboral, se haya generado un stock “considerable” de trabajadores fijos discontinuos, debido al aumento de estos contratos.

Tanto así que, según Fedea, los fijos discontinuos en inactividad no empleados representaron ya el 41% al cabo de 9 meses de aplicación de la reforma, atendiendo a los registros de afiliación a la Seguridad Social. En este sentido, explican que en caso de que este stock de fijos discontinuos en inactividad siga creciendo, “con escasos llamamientos de corta duración y un tiempo de trabajo total por persona reducido”, habría que estudiar la implantación de medidas “para aumentar la frecuencia y duración de los llamamientos”, como aprobar un bonus-malus o una remuneración mínima en los períodos de inactividad

¿En qué consiste esta propuesta? Lo que plantea Fedea es que, atendiendo a que los periodos involuntarios de inactividad suponen una pérdida de ingresos para estos trabajadores, ya que ni cobran ni cotizan durante los mismos, se podría estudiar un ‘bonus-malus’. Se podría decir que se trataría una especie de penalización a las empresas que abusen de los contratos fijos discontinuos y que compensaría el coste que supone al Estado la inactividad de estos empleados.

La otra idea es instaurar una remuneración mínima, como es el SMI, para los periodos de inactividad. Cabe señalar que, durante estos periodos, este colectivo se ve obligado a recurrir al paro o a buscar más de un trabajo, registrándose de hecho un importante incremento del pluriempleo en los fijos discontinuos.

Indemnización por fin de llamamiento

Por otro lado, Fedea hace hincapié en las rupturas de las relaciones laborales con contratos fijos discontinuos. “El aumento de la proporción de jóvenes en el stock de trabajadores fijos discontinuos, con una alta tasa de inactividad y de abandono voluntario del empleo, también requiere más información y seguimiento, para responder a la pregunta sobre si los CFD [contratos fijos discontinuos] pueden facilitar y mejorar su incorporación al mercado de trabajo o son simplemente trabajos temporales con contrato indefinido para evitar pagar mayores cuotas a la Seguridad Social con contratos temporales de corta duración, o para superar el nuevo límite máximo impuesto a los contratos temporales”. 

En este contexto, avisan de que si siguen aumentando los ceses por abandono voluntario de los trabajadores fijos discontinuos, el ahorro de las empresas está siendo doble: “no pagan las indemnizaciones por ceses de contrato temporal, ni mayores cuotas de cotización”. 

Al respecto, continúan explicando que “en caso de despido, el ahorro en cotizaciones compensaría el pago de la indemnización. Para evitar la pérdida causada a los trabajadores, se debería reflexionar sobre la conveniencia de recuperar la indemnización por cese en forma de indemnización por fin de llamamiento. Si la relación laboral termina en despido, los trabajadores percibirían la indemnización correspondiente, descontando las indemnizaciones por llamamiento percibidas durante la relación laboral”.

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