Caer enfermo o sufrir un accidente, sea laboral o no, conlleva que muchas personas deban acogerse a una incapacidad temporal hasta recuperarse. De ahí que se cuestionen sobre qué se puede hacer y que no mientras se cobra la baja laboral. La Seguridad Social explica que los beneficiarios de la prestación están sujetos a unos requisitos para mantenerla.
La incapacidad temporal, conocida como baja médica, consiste en un derecho que tienen las personas que forman parte activa del mercado laboral que viene a cubrir la perdida económica del trabajador. Esta ayuda solo es posible recibirla cuando la persona está afiliada y dada de alta en algún régimen contributivo de la Seguridad Social. Así que ese sería la primera condición.
Para darle cobertura económica durante todo el tiempo que puede cobrarse, no más de 365 días, hay que demostrar un periodo de cotización mínimo de 180 días en los cinco años anteriores al hecho causante, cuando sea por enfermedad común. Nunca se exige cotización previa para aquellos que sufrieron un accidente o enfermedad profesional.
Una vez concedida, existen varias situaciones que pueden derivar en que se retire la prestación. Esas cosas que no pueden hacerse serían, por ejemplo, una actuación fraudulenta para obtener la ayuda o conservarla, trabajar como autónomo o asalariado y rechazar o abandonar el tratamiento prescrito. Algunos también dudan de si pueden irse de vacaciones tras una baja médica.
Otra situación muy importante por la que muchas personas ven retirada la baja laboral es el no acudir a las citas de los reconocimientos médicos establecidos por los médicos del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o de la mutua.
Cuánto se cobra de baja laboral y a quién corresponde pagarla
Esta prestación de la incapacidad de baja médica corre a cargo de la Tesorería General de la Seguridad Social o de la mutua colaboradora, aunque generalmente, el pago lo hace la empresa con la misma periodicidad de los salarios, explican desde Pedir Ayudas.
Así, cuando esta baja laboral deriva de una enfermedad común o accidente no laboral, corresponde a la empresa hacer el pago entre el día 4 y 15. Los tres primeros días no son remunerados. Desde el día 16, la TGSS o la mutua toman las riendas para pagar la prestación hasta un máximo de 365 días.
La cuantía de la prestación varía según el motivo de la incapacidad. Cuando son enfermedades comunes o accidentes no laborales, la persona recibe el 60% de la base reguladora entre el día 4 y 20. A partir del 21, comienza a percibir el 75% de la base reguladora.
Si la situación ha sido provocada por una enfermedad profesional o un accidente laboral, la persona afectada tiene derecho a cobrar el 75% de la base reguladora a partir del día siguiente en el que se le otorgó la baja médica en su puesto de trabajo.
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