Ni ‘jajaja’ ni ‘jejeje’: la RAE aclara como se escribe la risa

La Real Academia Española ha dado la respuesta para una de las dudas ortográficas más populares entre los españoles.

Una persona escribiendo en un chat Canva
Redacción Noticiastrabajo

Es un contexto social en el que la mensajería instantánea es uno de los pilares de la comunicación, saber cómo expresarnos de forma correcta debería ser fundamental, y más aún cuando tratamos de expresar emociones mediante un texto. La risa, pese a ser la más frecuente, es una de las onomatopeyas que más dudas genera entre los usuarios.

La Real Academia española (RAE) ha dejado claro que la onomatopeya de la risa se debe escribir con ‘j’ en lugar de con ‘h’, ya que esta letra no representa ningún sonido en español. Teniendo en cuenta que lo correcto es escribirlo como ‘ja’, la RAE recomienda que para una escritura más adecuada, se escriba ‘ja’ separado y entre comas para expresar una risa.

“Lo indicado es escribir ja, ja, ja. Aunque es frecuente el uso de jajaja, esta forma representaría la pronunciación [jajája], que no se corresponde con la reproducción de la risa, en la que todos los elementos son tónicos”.

Hay quienes varían esta onomatopeya usando ‘je’, ‘ji’, ‘jo’ y ‘ju’ para esclarecer el tono de risa que está usando, dependiendo de si se quiere transmitir que nos estamos riendo de una forma más sarcástica, con ironía o si estamos tratando de expresar una carcajada más profunda y prolongada.

Cómo usar las onomatopeyas correctamente

Según la RAE, las onomatopeyas son signos lingüísticos cuya finalidad es representar verbalmente un sonido, pero no son realmente palabras en el sentido de los sustantivos, adjetivos o verbos. Se trata de manifestaciones del simbolismo fónico que establecen una relación imitativa respecto de los sonidos naturales que intentan reproducir.”

Y es que, aunque no se puede reproducir fielmente un sonido no lingüístico de las onomatopeyas, la RAE asegura que existe “cierto fundamento en la elección de diversas combinaciones gráficas”, como, por ejemplo:

  • La unión en una misma sílaba de las consonantes p, l y s para describir el contacto violento de un sólido y un líquido: plas, plash, splash.
  • Combinación de nasales, como n y m, con oclusivas como b, c, d, t, g, para sugerir sonidos metálicos continuos: clanc, cling, bang, ring.
  • Sílabas terminadas en -um para describir explosiones y otras acciones estrepitosas: bum, catap(l)um, patatum.
  • Sílabas formadas con la pauta ‘t + vocal + c’ para describir golpes secos: tac, tic, toc.
  • Empleo de la f cerrando sílaba para designar golpes o movimientos en los que intervienen sustancias blandas, untuosas o poco compactas: plof, chof.
  • Alargamiento de consonante para reproducir sonidos continuados: brrr, pfff, zummm, bizzz.
  • Alargamiento de vocales con el mismo objeto: boom, buuua, beee.
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