Amazon confirma que despedirá a los empleados que no acudan a la oficina al menos 3 veces a la semana

Los trabajadores de Amazon vuelve a ver cómo sus condiciones laborales cambian poniendo trabas al teletrabajo. Ahora pueden despedirlos si no acuden un mínimo de tres días a la oficina.

Se prevé un despido procedente de los trabajadores de Amazon si no cumplen con la jornada semipresencial EFE
Isabel Gómez

La fiebre del teletrabajo está en sus últimas en España. Ahora, la compañía líder en comercio electrónico, Amazon, acaba de enviar un comunicado a sus empleados informándoles sobre actualizaciones en su política de presidencialidad, es decir, de los días obligatorios que deberán acudir a la oficina. Deben ir presencialmente al menos tres días semanales, si no, podrán ser despedidos. Pero, ¿esto es posible?

Según confirma Europa Press, los trabajadores de las oficinas ya han recibido vía email ese comunicado donde la empresa ha autorizado a los supervisores a reunirse con los trabajadores que no cumplan esta decisión. Y es que justifican que esa medida es obligatoria y “va en interés con los clientes, la plantilla y los trabajadores”.

Finalizada esta charlas, los encargados deben hacerle un seguimiento al trabajador con una conversación vía email, a todos aquellos que no acaten la medida para volver a reunirse con ellos y aplicarles una medida sancionadora. Así queda patente que el no acudir a la sede es motivo de despido.

¿Por qué puede acabar en despido el no acudir a la oficina en Amazon?

Todos los empleados de Amazon que rechacen acudir a la oficina al menos tres veces a la semana estarían enfrentándose a un despido procedente porque están incumpliendo una normativa de la empresa de forma reiterada y consciente.

Esta obligación la planteó el gigante de e-commerce el pasado febrero, donde la mayoría de la plantilla se puso contra. Es más, más de 30.000 empleados “rubricaron un manifiesto de protesta”, justificándose en que la mayoría de ellos fueron contratados como personal que teletrabajaba durante la pandemia y que esto cambiaría sus condiciones laborales.

En esa normativa, la compañía obligaba a que se pondría fin la teletrabajo al 100% en mayo, dejando la opción de acudir de forma semipresencial. La decisión desembocó en la huelga de 1.000 empleados.

Durante el pasado julio, la medida consistió en que los empleados que trabajaban en remoto desde su casa se mudasen cerca de los centros de oficinas. Quienes se negaran a desplazarse o no buscasen un nuevo equipo ajustado a sus necesidades, deberían acogerse a un “programa de renuncia voluntaria”, explican desde EP.

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