El Tribunal Superior de Justicia de Canarias considera que las acciones del trabajador constituyen un incumplimiento grave y culpable, lo que justifica plenamente el despido disciplinario aplicado por la empresa.
La justicia considera que el hijo tiene derecho recibir la parte legítima de herencia de su padre en la que también se incluía el legado de su madre fallecida anteriormente.
El TSJ de Cataluña determinó que las lesiones que ahora presentaba no son suficientes como para seguir cobrando la incapacidad permanente.
El TSJ de La Rioja lo considera improcedente porque la expresión no es lo suficientemente grave para aplicar el despido, atendiendo al contexto y que solo la dijo una vez.
El TSJ de Madrid determina que las lesiones y enfermedades no alcanzaban el grado suficiente para la incapacidad permanente, ni absoluta ni total.
El TSJ de Castilla-La Mancha determinó que la Seguridad Social calculó mal la pensión, ya que debería haber tenido en cuenta su situación familiar.
El TSJ de Madrid determinó que la trabajadora había vulnerado la buena fe contractual y el abuso de confianza.
El tribunal considera que la sobrina formaba parte de la vida de la anciana y no hay pruebas suficientes para considerar que la manipulaba.
El Tribunal Supremo establece la necesidad de celebrar una audiencia previa para que el trabajador pueda defenderse, en cumplimiento con el Convenio 158 de la OIT.
La sentencia confirme que el despido fue procedente por falta grave descartando cualquier indicio de discriminación o nulidad.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña determinó que aunque no cumplía con la carencia específica, se le debería aplicar la doctrina del paréntesis debido a su trayectoria laboral.
El TSJ de Cataluña determino, que aunque hubo un incumplimiento del compromiso de confidencialidad no justifica la sanción del despido, por lo que deberán optar por readmitirlo o pagar una indemnización de 26.645,66 euros.
La Seguridad Social denegó la solicitud de la incapacidad permanente al entender que las dolencias no eran suficientes como para declararla como no apta para su trabajo.
La justicia avala que se mantenga instalado un tendero que llevaba años siendo usado aunque tape la luz a los vecinos.
Una de ellas abandonó la tienda con tres bolsas de ropa por un importe mucho mejor de lo que valían en realidad. Así se fraguó el despido por el TSJC.