¿Tengo que pedir permiso a la comunidad de vecinos para cambiar el suelo de la terraza?

Cambiar el suelo de la terraza se considera una alteración de los elementos comunes y será necesario contar con el permiso de la comunidad para hacerlo.

terraza de una vivienda en una comunidad de vecinos
¿Tengo que pedir permiso a la comunidad de vecinos para cambiar el suelo de la terraza? Canva
Lucía Rodríguez Ayala

Con el paso del tiempo o cuando se compra una vivienda, se deciden hacer algunas reformas o modificaciones para adaptarlas a nuevos gustos o mejorarla. Entre ellos pueden estar el cambiar la cocina o las puertas de la vivienda. También se puede dar el caso de que se quieran hacer mejoras en terraza, por ejemplo cambiando el suelo, y se viva en una comunidad de vecinos, ¿habría que pedir permiso para hacerlo?

Lo primero que hay que tener en cuenta, es que aunque las terrazas sean de uso privativo y se tenga acceso único desde el interior de una de las viviendas, forman parte de los elementos comunes, según lo establecido en el artículo 396 del Código Civil.

Al tratarse, por tanto, de un elemento común, la Ley de Propiedad Horizontal (LPH) que regula a las comunidades de propietarios, establece que se necesitará la aprobación de la junta de vecinos para realizar modificaciones sobre los elementos comunes, aunque como en este caso sean de uso privativo. 

Cambiar el suelo de la terraza requiere permiso de la comunidad de vecinos

Si se quiere cambiar el suelo de la terraza se requiere tener el permiso de la comunidad de vecinos, y será un gasto que deberá asumir el propietario de la vivienda. 

Habrá que tener en cuenta, que si en el futuro se necesitase hacer reparaciones en la capa de impermeabilización de la vivienda, aunque la reparación sea a cargo de la comunidad, el propietario deberá pagar los gastos de retirada y colocación del nuevo suelo, tal y como explican los expertos en administración de fincas de ‘Comunidades’.

Qué pasa si no se tiene permiso de la comunidad 

En el caso de que la comunidad no autorice dicha obra, el propietario de la vivienda tendrá que optar por otro tipo de alternativas, que no requieran de obras y que puedan ser retiradas con facilidad y que no supongan la modificación de los elementos comunes. 

De este modo se podría optar por la instalación césped artificial o la colocación de suelos vinílicos aptos para exteriores. 

Si, pese a la negativa de la junta de vecinos se realiza el cambio sin permiso, la comunidad podrá emprender las acciones oportunas para que el suelo sea devuelto a su estado original. 

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