Las profesiones que desaparecen porque no tienen relevo generacional  

El censo de información de población y trabajo del INE de 2021 señala que uno de cada cinco trabajadores tiene planeado jubilarse en la próxima década, lo que provocará que profesiones imprescindibles dejen de existir.

Las profesiones que desaparecen porque no tienen relevo generacional
Hombre mayor arreglando zapatos
Javier Martín

Determinadas profesiones del tejido laboral español afrontan una etapa de incertidumbre ante su necesidad de rejuvenecimiento. Según el censo de información de población y trabajo del INE de 2021 (los últimos disponibles), uno de cada cinco trabajadores tiene planeado jubilarse en la próxima década. Un hecho de consideración si se tiene en cuenta que las profesiones más envejecidas pasan por ser de las más imprescindibles para el correcto funcionamiento de la sociedad.

Solo 20 empleos tienen ahora trabajadores más jóvenes que hace diez años y la media de edad de los trabajadores en España casi iguala a la de la sociedad española, en general (43,8 por 44 años). El sector de la informática, concretamente el focalizado a funciones de reparación, conservación y mantenimiento, es uno de los más afectados por esta problemática, contando una media de edad de 50 años. Es el sector que más viejo se ha hecho en la última década, con un incremento de casi once años.

Las profesiones que más han envejecido

En sectores como el de la limpieza, las telecomunicaciones o la climatización, también comprometidos, el trabajador mantenía una edad media de 40 años en 2011, por los 46 de 2021. Misma coyuntura que profesiones relacionadas con la peletería, la fabricación de joyas, calzado, tejidos o punto y que cuentan con una edad media superior a los 45 años Aunque la Administración Pública y la Seguridad Social lideran la estadística, contando con los empleados más veteranos, al contar con una media de edad de 49,7 y 51 años, respectivamente.

  • Reparación de ordenadores y equipos de comunicación. Edad media: 49,6 años. 10,9 años más en la última década.
  • Telecomunicaciones inalámbricas: 45,3 años. 7,6 años más
  • Actividades de radiofusión: 47,8 años. 7,1 años más.
  • Suministro de vapor y aire acondicionado: 46,7 años. 6,8 años más.
  • Demolición y preparación de terrenos: 48,6 años y 6,2 años más.
  • Producción de gas: distribución por tubería de combustibles gaseosos: 46,9 años. 5,9 años más.
  • Actividades de descontaminación y otros servicios de gestión de residuos. 46 años. 5,6 años más.
  • Promoción inmobiliaria. 47,7 años. 5,6 años más.
  • Producción, transporte y distribución de energía eléctrica. 46,1 años. 5,5 años más.
  • Comercio al por menor de equipos para las tecnologías de la información y las comunicaciones en establecimientos especializados. 43 años. 5,4 años más.

España, el segundo país europeo con la administración más vieja

Impulsado por la restrictiva política de oferta de empleo por el contexto económico, solo el 5,7% de los trabajadores públicos es menor de 30 años, mientras que los mayores de 55 han crecido casi el doble en los últimos diez años, pasando del 16,55 al 30,7%. Tan solo Italia posee empleados de la Administración Pública y la Seguridad Social más mayores, por lo que su reto de inyectar savia nueva es escarpado.

Sectores como el primario, con actividades relativas a la agricultura, la ganadería, la apicultura, la acuicultura, la pesca, la minería, la silvicultura o la explotación forestal, se mantienen, por el contrario, relativamente estables, aunque en números tradicionalmente altos en cuanto a edad. La edad media se ubica en los 44 años, pero solo un 14,5% tiene menos de 30 años. La mayoría, el 23,7%, tiene más de 55.

Falta de atracción y preferencia por la FP

Al ofrecer salidas más nutridas y directas al mercado laboral, los jóvenes optan más por la Formación Profesional, algo que comenzaría a dar solución a estos síntomas. El Gobierno, de hecho, actualizó la nueva Ley de FP, que promete llenar el vacío de demanda o atracción de estos campos de actividad laboral mencionados anteriormente.

La situación laboral actual no camina de la mano del modelo dominante de titulación universitaria actual y en el que se apuesta por profesiones emergentes, como las nuevas tecnologías, creando sobredemanda y sobre cualificación, con un desequilibrio en otros sectores más clásicos pero a la vez sumamente estructurales. Es decir, los estudios se dirigen a donde hay poca oferta de empleo. Como muestra, un dato: las profesiones con mayor proporción de empleados jóvenes suelen ser aquellas que requieren menos estudios y años de experiencia.

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