Empleo del hogar: la actividad laboral más precaria y con más derechos sin garantizar

El 30 de marzo se reivindica el Día Intencional de las Trabajadoras del Hogar y estas son las reivindicaciones laborales principales que se necesitan alcanzar en este colectivo.

trabajadoras del hogar manifestándose
Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar Europa Press
Esperanza Murcia

Precariedad, soledad, inseguridad. Son algunos de los adjetivos que definen el trabajo del hogar. Un trabajo vital que está desarrollado mayoritariamente por mujeres inmigrantes con el papel de asumir en su totalidad unas necesidades sociales que debería proveer las Administraciones con dinero público. Es una reivindicación que hoy, por el Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar, lanzan desde UGT, haciéndose eco de los elementos que caracterizan esta actividad laboral y sus consecuentes reivindicaciones laborales. 

En 2022, se contabilizaron un total de 1.672.000 empleos de trabajo de hogar en la Unión Europea, de los que el 31% (520.100) correspondían a España. Es, de hecho, junto a Italia, el país que más cuenta con estas trabajadoras. Y no es algo casual porque, como explica el sindicato, está demostrado que a más cuidados profesionalizados, menos trabajo doméstico. 

¿Esto qué indica? Que España, como otros Estados miembros, está utilizando el trabajo doméstico para cubrir necesidades sociales que deberían ser provistas por las Administraciones Públicas con cuidados profesionalizados. Este papel lo asumen las empleadas del hogar, en femenino, porque de las 371.918 personas que había afiliadas al Sistema Especial de Empleados de Hogar (SEEH) en febrero de 2024, 355.366 (el 96%) eran mujeres. De ellas, 159.700 son mujeres de nacionalidad extranjera, el 45%. 

Empleo del hogar, la actividad laboral más precaria

El trabajo del hogar está marcado por una gran precariedad. En primer lugar, UGT resalta que el 58,2% de las personas ocupadas en este sector, según datos del último trimestre de 2023, trabajaba a tiempo parcial, que es el porcentaje de parcialidad más alto de las ramas de actividad. Pero, además, es la actividad con el salario bruto mensual más bajo, siendo de 981 euros, un 54% por debajo del salario medio bruto total.

Esta precariedad también se refleja en el importe de las pensiones de jubilación del Sistema Especial de Empleados de hogar, que es el más bajo a excepción de las pensiones SOVI. Aquí destacan las diferencias entre hombres y mujeres, porque de los 603,36 euros mensuales de media que cobran ellos, las mujeres perciben 571,18 euros mensuales.

Otro dato a destacar por el sindicato es que en el Sistema Especial de Empleados de Hogar, el 18% de las mujeres afiliadas tienen más de 60 años, frente al 7% del Régimen General. Esto es importante resaltarlo debido a las duras condiciones en las que se desempeña el trabajo de hogar, con un alta carga física y emocional. 

Reivindicaciones laborales, además de la retrasada PRL

UGT explica que los derechos laborales que quedan por alcanzar para este colectivo son una muestra de que, pese a los avances, sigue siendo una actividad no solo con indicadores de precariedad, “sino con elementos que la separan del resto de trabajadoras y trabajadores”. 

El empleo irregular, el abuso de la situación de necesidad y vulnerabilidad de trabajadoras generalmente migrantes, las “situaciones inconcebibles en el siglo XXI como las formas más extremas de trabajo interno”, o la realidad de que es uno de los sectores más preeminentes en materia de trata de seres humanos y trabajo forzoso, hacen pensar por qué las mejoras avanzan tan lento para estas trabajadoras. 

En este sentido, el sindicato señala que el hecho de “ser un trabajo de mujeres, la presencia de las mujeres migrantes y que se trata de una actividad que cubre las lagunas de necesidades sociales que deberían proveer las Administraciones con dinero público y con cuidados profesionalizados” son, “sin duda” algunas de las razones. 

Por ello, enumeran una serie de elementos que se deben alcanzar para este colectivo, poniendo de manifiesto que, como adelantó ‘Noticiastrabajo’, el pasado 29 de febrero entró 
en vigor para España el Convenio 189 de la OIT sobre trabajadoras y trabajadores domésticos
, por el que se tendría que haber aprobado ya una medida tan necesaria para estas empleadas como es la normativa de Prevención de Riesgos Laborales. Junto a esta, se suman las siguientes reivindicaciones:

  • Una protección efectiva contra toda forma de abuso, acoso y violencia.
  • Medidas relativas a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social. Sobre esto, se adelantaron varias medidas.
  • Intervención y actuación en este sector de agencias de colocación y plataformas digitales.
  • El trabajo interno y las horas de presencia.
  • Una nueva definición de las tareas que pueden realizarse en el marco de esta actividad, para excluir que pueda ser utilizada para cubrir puestos de cuidados profesionalizados.
  • La evaluación de las bonificaciones a la parte empleadora en la cotización al Sistema Especial de Empleados de Hogar que en el Real Decreto Ley 16/2022 se prevé para octubre de este año.

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