Unai Sordo, secretario general del sindicato Comisiones Obreras (CCOO) ha dejado clara su postura respecto a la subida salarial de los trabajadores y el alza del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que es de 16.576 euros brutos anuales (1.384,33 euros en 12 pagas). En un acto en el que ha participado en Toledo, ha instado a la negociación colectiva para abordar un acuerdo que está “tensionado” para que a partir de 2026 los salarios crezcan por encima de la inflación (IPC).
Sordo considera que a pesar de las mejoras que se han visto en los últimos convenios colectivos, es necesario centrarse en la evolución de algunos precios, entre los que se encuentra la vivienda, la electricidad o el precio de los alimentos. Esto hace que el bolsillo y la economía de miles de hogares se encuentre con enormes dificultades a fin de mes. Y es que, además, los datos del último informe salarial de Eurostat sitúa la media que se cobra en España en 6.100 euros menos que la de la Unión Europea.
Ha destacado que el avance actual, que es de entre el 3% y el 4% en algunos sectores, “no es bastante” para compensar el mercado inmobiliario que está “desbocado”. “Aunque mejoremos el sueldo, si hay que destinarlo casi entero a pagar la hipoteca o el alquiler, muchas familias no podrán llegar a fin de mes”.
El líder del sindicato ha asegurado que desde CCOO se va a exigir al Gobierno “un arreón hacia arriba” del SMI, pero ha condicionado el apoyo a la modificación de las reglas de compensación y de absorción, una figura que según ha denunciado permite a algunas empresas neutralizar el alza de este salario mínimo reduciendo otros complementos. “La subida no llega a la nómina de muchos trabajadores”.
A esto hay que sumar la propuesta de introducir incrementos adicionales a los que cobran salarios bajos, un colectivo que es “prácticamente la mitad” de los asalariados en España, con nóminas de en torno a 1.500 o 1.600 euros al mes. “Con estos sueldos es muy difícil vivir, incluso con subidas moderadas”.
Acusa a la patronal de bloquear el diálogo social
El secretario general de Comisiones Obreras destaca los avances que se han conseguido en los últimos años mediante los acuerdos sociales, como la reducción de la temporalidad o la subida acumulada del SMI del 61% pero reconoce que el clima político complica los acuerdos pendientes.
“Es inviable prácticamente alcanzar acuerdos tripartitos con la CEOE” ya que la patronal “mantiene una lectura muy política del momento”.
Ha recordado lo que pasó con la negociación para reducir la jornada laboral que encalló en el Congreso de los Diputados pese a lo que habían avanzado entre los sindicatos y el Gobierno. Sordo destaca que incluso los pactos bilaterales corren el riesgo de no prosperar.
La vivienda es “el mayor problema social y económico”
Para el dirigente de este sindicato, es necesario poner en marcha actuaciones “ambiciosas y valientes” en materia de vivienda, un ámbito en el que hay que intervenir con propuestas en varios frentes. Estos son el de topar los alquileres en las zonas tensionadas, movilizar la vivienda vacía, reforzar la oferta pública con pisos a precios asequibles y garantizar la seguridad jurídica de los propietarios.
“La política de vivienda en España ha sido errónea durante décadas”, se lamenta, porque el acceso a un hogar en condiciones óptimas, “es el mayor problema social y económico del país” condicionando aspectos como la movilidad laboral. “No podemos pedir a nadie que se desplace 400 kilómetros para trabajar si va a entregar la mitad de su sueldo a pagar el alquiler”.
Sordo ha defendido que la respuesta al problema de la vivienda exige una “movilización social sostenida”, en la que el sindicalismo debe participar, aunque “no tiene todo el papel que jugar”. Ha criticado que las políticas públicas hayan contribuido históricamente a mantener los precios altos al tratar la vivienda como “activo financiero” y no como una necesidad social.
Aun así, ha precisado que no se trata de que la Administración aporte directamente una vivienda a cada ciudadano, sino de que “articule las condiciones” para que el mercado funcione a precios razonables. “Esto requiere movilización social”, ha concluido.

