El Banco de España frena el optimismo sobre los tipos de interés a corto plazo

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernandez de Cos, indicó que el precio del dinero permanecerá en los umbrales actuales, por un tiempo prolongado. Y es que hay un motivo que lo justifica.

El comentario del Banco de España ante el optimismo con los tipos de interés a corto plazo
Sede en Madrid del Banco de España. CANVA
Javier Martín

El Banco de España (BdE) ha querido mandar un mensaje para contener la cierta corriente de entusiasmo y euforia ante los progresivos mensajes en forma de píldoras que ha ido emitiendo el Banco Central Europeo (BCE): los tipos de interés bajarán pronto, sí. Pero no lo harán con la inmediatez que espera la ciudadanía. Así lo ha confirmado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos.

Durante su intervención en una conferencia en el Cercle Financer en Barcelona, de Cos ha avanzado que el precio del dinero permanecerá en “territorio restrictivo”, es decir, en los umbrales en los que se ubica actualmente, por un tiempo “prolongado”. El motivo de ello, como ha explicado también, responde al objetivo de inflación del 2 % en el medio plazo de manera “sostenida en el tiempo”.

Por ello, ha incidido en la idea de que la política monetaria abanderada por la subida de los tipos de inflación que el BCE abandera desde el final del verano todavía tiene “algo de camino por recorrer”. La tasa de la inflación interanual de la zona euro repuntó este mes de abril, pasando del 6,9 % al 7 %, lo que no hace más que provocar que se incida en esta estrategia que pasa por contener y estabilizar el alza de precios y garantizar un crecimiento económico sólido a largo plazo.

La previsión del Banco de España sobre la economía española

La última subida de los tipos de interés ejecutada por el organismo dirigido por Christine Lagarde, la séptima, rebajó los tipos de interés en una menor proporción que las veces anteriores. Concretamente, pasó de ser del 0,5 % al 0,25 %, lo que despertó las voces del cese de las subidas. Sin embargo, se esperan dos, como mínimo. La primera, en junio.

El acceso al crédito, al costar más prestar dinero y que las entidades endurezcan sus condiciones para ello, ha disminuido y la inflación muestra síntomas de debilidad, por la mejora en la cadena de suministros, los precios de los mercados de la energía o la reapertura de la economía china. Aunque la inflación subyacente, el medidor más básico y el que se usa para tomar decisiones, sigue sufriendo presiones que “continúan siendo elevadas”, indica el BdE.

Además, también señala que las reducciones salariales para paliar la pérdida de poder adquisitivo disminuyen, pasando del 5 % y el 4,3 %, respectivamente en el último trimestre de 2002, frente al 3,9 % y 2,9 % del tercero.

El máximo organismo monetario también avisa que la conclusión general es la de incertidumbre, como la exposición a los últimos de sobre inestabilidad financiera, como las ocurridas en EE. UU. (Silicon Valley Bank) o Suiza (Credit Suisse). El Ministerio de Economía, mientras, se agarra a cómo el BdE mejoraba su previsión de crecimiento para España hasta el 2,1 % en el plan de estabilidad 2023-2026 enviado a Bruselas.

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