La cadena de distribución de origen francés, Carrefour, se suma a la larga lista de empresas que procederán a la retirada inmediata en su caso de hasta 29 helados procedentes de su marcha blanca por la presencia de posibles trazas de óxido de etileno. Así lo ha confirmado la multinacional en un comunicado lanzado hoy mismo a través de su página web.
El óxido de etileno es una sustancia que consumida en determinadas cantidades puede derivar en patologías cancerígenas, de acuerdo con el último estudio publicado por la Comisión Europea en colaboración con la AESAN, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
Y es que desde el mes de junio han saltado todas las alarmas sanitarias por la presencia de este ingrediente en forma de goma vegetal Tipo 410 en algunos alimentos, afectando a otras reconocidas firmas a nivel mundial como Nestlé y Mars. De hecho, hasta ahora las firmas lo han utilizado en forma de edulcorante para la elaboración y conservación de sus helados.
Los helados retirados de Carrefour por presencia de óxido de etileno
Hasta 29 tipos de helados de Carrefour se han visto afectados por la presencia de óxido de etileno. Entre ellos se encuentran tarrinas, tartas, bombones helados y conos de diferentes sabores de la marca blanca del supermercado francés.
Sin embargo, la empresa con sede en París ya ha anunciado públicamente que desde hoy se ha puesto en marcha una intensa campaña para el bloqueo de los siguientes lotes, a los que también se puede acceder a través de este enlace.
En cualquier caso, la multinacional ha comunicado a sus clientes que si tienen alguno de ellos, acudan a su supermercado para devolverlo y hacerles el abono correspondiente.
¿Por qué el óxido de etileno es perjudicial para la salud?
En primer lugar, es importante saber que el óxido de etileno es un gas incoloro, inflamable y de un olor dulce que se utiliza como materia prima en la industria química para producir otros compuestos, principalmente el etilenglicol, normalmente utilizado como anticongelante en los refrigeradores y cámaras de frío.
También es de vital importancia mencionar que el consumo de este elemento en pequeñas cantidades no supone un riesgo inmediato para la salud, ya que al tratarse de un gas la mayor parte de este elemento desaparece de forma natural con el paso del tiempo.
Sin embargo, el riesgo del óxido etileno se centra en las grandes cantidades de inhalación por vía oral o nasal de las personas que manipulan a diario este compuesto durante al menos 10 años o más.
Nos referimos por tanto a lugares como plantas químicas y centrales de esterilización de material médico o de laboratorio, que se puede transformar en el desarrollo de patologías graves para la salud como la leucemia o el linfoma.
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