Los trabajadores por cuenta propia integrados en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social tendrán que hacer frente a una serie de obligaciones fiscales impuestas por la Agencia Tributaria, como ocurre con las retenciones trimestrales del IRPF. Una acción que se hará también de forma anual en la declaración de la Renta a la que están sujetos todos los contribuyentes españoles.
Y es que la cuantía de estas sanciones a las que se enfrentan los trabajadores autónomos serán diferentes en función de la cuantía que no haya llegado a ser declarada por el empresario o emprendedor y que, tras una inspección de Hacienda, podrán variar en función de tres categorías: leves, graves y muy graves. La cuantía que no se haya declarado será la que marque el importe de la multa.
Específicamente, la Ley General Tributaria recoge una ‘Clasificación de las infracciones y sanciones tributarias’. Una lista de todas las multas que podrán acabar cometiendo los trabajadores autónomos al hacer la presentación de sus impuestos, cuando no lo hagan correctamente. Es más, las causas más frecuentes de infracción son las que afectan a los plazos de presentación de autoliquidaciones (IRPF, IVA, impuesto de sociedades…)
¿Cuáles son las multas a los autónomos por no declarar correctamente el IRPF?
Solo bastará con no ingresar el importe correcto de una sola factura en la declaración de la Renta para que Hacienda ponga en marcha toda su maquinaria sancionadora. Este siempre error es una de las acciones más comunes de las que advierten los inspectores de la administración pública tributaria.
Si, por ejemplo, cuando se hace el resumen anual del IVA, el trabajador por cuenta propia no contabiliza la factura, las cuentas no coincidirán y se obtendrá un requerimiento de la entidad pública. A pesar de ello, Hacienda verá la contabilidad de la empresa e impondrá una sanción que oscilará entre el 50% y el 150%, según la categoría que se le facilite. Todas estas multas se detallan a continuación.
Multas leves
Esta infracción tributaria ocurrirá cuando la base de la sanción tenga una cuantía mejor o igual a los 3.000 euros. También cuando se demuestre que, siendo superior, no existe ocultación alguna. En este caso, el importe a pagar será una multa económica proporcional del 50%.
Multas graves
Se producirá cuando la base de la sanción sea superior a los 3.000 euros y sí que se pueda demostrar que hay una ocultación expresa. Pero no es el único caso. También cuando se hayan utilizado facturas, justificantes o documentos falseados, sin que se haya hecho por medios fraudulentos o cuanto la incidencia de llevar incorrectamente los libros de contabilidad represente un porcentaje mayor al 10% o igual al 50% de la base de la sanción. En esta modalidad se obtendrá una multa proporcional de entre el 50% y el 100%.
Multas muy graves
Estas van a tener lugar cuando la inspección de Hacienda descubra que sí que se han producido ocultaciones de documentos de forma fraudulenta. En estos casos, los autónomos afectados deberá enfrentarse a sanciones que van a oscilar entre el 100% y el 150% de la base de la sanción.
¿Cuánto tiempo tiene Hacienda para realizar una inspección a los autónomos en sus retenciones del IRPF?
Tal y como se recoge en la normativa legal por la que se rige la inspección de los autónomos en materias tributarias, la mencionada ley general tributaria, esta recoge un máximo de seis meses para que Hacienda examine al trabajador por cuenta propia que estén en el punto de mira.
A pesar de esto, ese texto legal también indica que el plazo se podrá extender hasta un año cuando se trate de un proceso catalogado como complejo. También se puede alargar en el tiempo, o incluso indefinidamente, si se considera que el retraso en la tramitación del expediente proviene de causas que no resultan imputables a la administración.
¿Cuáles son los autónomos que no están obligados a retenciones del IRPF?
Todos los autónomos que tengan ingresos por rendimiento de actividades económicas inferiores a los 1.000 euros anuales, estarán exentos de presentar la declaración anual de la Renta. A no ser que quieran presentarla para poder acogerse a alguna de las deducciones que se aplican.
El importe a pagar de IRPF estará determinado por el nivel de ingresos, los gastos deducibles, además de la situación personal del trabajador por cuenta propia. La actividad que lleve a cabo generará un volumen de ingresos y gastos que, si está sujeto a un régimen de estimación directa, se deberán consignar todos en la declaración. Si estuviese sujeto a un sistema de módulos, Hacienda determina varios niveles según el tipo de negocio, el tamaño, la antigüedad…
Los autónomos están obligados a hacer la declaración del IRPF a través del modelo 130, el de autoliquidación del pago fraccionado de forma trimestral, al que se le aplicará un 20% para las actividades empresariales y profesionales. Sin embargo, hay excepciones.
No estarán obligados a presentar el modelo 130, los autónomos que estén bajo el sistema de módulos. También los que estén en régimen de estimación directa que, al menos, el 70% de sus ingresos provengan de actividades profesionales hayan tenido retención o ingreso a cuenta en el ejercicio anterior.
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