Si hablamos de contrataciones, 952 son un número elevado. Un volumen que, sin duda, no podría protagonizar cualquier firma. Pero son, precisamente, las incorporaciones que ha firmado KPMG solo en los meses de septiembre y octubre. Un récord de contrataciones por el que, como no podría ser de otra manera, se sienten muy orgullosos. Por todo lo que representa y por todo lo que lo origina.
Así nos lo cuenta, en exclusiva para ‘NoticiasTrabajo’, su socio de People, Javier Vidaurreta, que confirma el mejor de los pronósticos: seguirán creciendo positivamente. “En KPMG venimos de tres años de crecimiento de doble dígito, amparándonos en las oportunidades que nos da el negocio tradicional, somos “potentes” en las áreas más tradicionales (en el ámbito de la auditoría, el jurídico, el asesoramiento en transacciones corporativas y en la consultoría más generalista…), pero luego también hay un campo de desarrollo masivo en el ámbito de la tecnología”.
Detrás de este crecimiento, de cada uno de estos números, se esconde una persona, un trabajador. Pero, ¿cómo convertirse en uno? ¿Cómo entrar en KPMG y, así, cumplir el sueño de muchos de trabajar para las ‘Big Four’? Al contrario de lo que cualquiera podría pensar en un primer momento, la actitud, el apetito de crecer y aportar, es el elemento que más buscan en los candidatos. Y se demuestra en un proceso selectivo que no responde, al menos en su mayor parte, a las preguntas clásicas de una entrevista de trabajo. Y te lo contamos desde dentro.
Detrás de las contrataciones: ¿Qué talento buscan?
Desgranando sus más de 900 contrataciones, el 23% corresponden a perfiles STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), debido al impulso que la firma ha dado a su área tecnológica, donde ya cuenta con un total de 850 profesionales en toda España. ¿Son estos los perfiles que más necesitan contratar? “Los que menos habitan en el mercado”, responde el social de People de KPMG.
“Nosotros buscamos e incorporamos el mejor talento en cualquiera de las áreas. Y esa búsqueda de talento, de perfiles diferenciales, esos perfiles con responsabilidad, con capacidad técnica, con apetito para desarrollar carrera, con autonomía… Son codiciados y cuesta encontrarlos en cualquier ámbito de la compañía. El talento en el mundo tecnológico creo que está más demandado, no es que sea reducido, y seguimos intentando garantizar que tenemos un hueco como empleador a ser considerado. Tratamos a la vez de maximizar nuestra capacidad de reclutamiento de mujeres dentro del ámbito tecnológico, que es un verdadero reto o una verdadera carestía para la mayoría de compañías que operamos en ese entorno, atraer a mujeres tecnólogas”.
¿Cómo conseguir atraerlas? ¿Cómo motivarlas? “Lo que tratamos es anticiparnos a la contratación de esas mujeres. Tenemos programas de becas, de interacción con el mundo universitario y la formación profesional [para ambos géneros] y esto nos permite que haya mujeres que vengan y prueben lo que se siente trabajar para KPMG, que desarrollen ese apetito por incorporarse a una firma como KPMG. Intentamos adelantar la relación y la identificación del talento femenino antes del momento de la verdad, o cuando ya han terminado la carrera o estudios, y construir ese vínculo y esa alianza”.
También, explica Vidaurreta, se debe compartir casos de éxito, y maximizar e invertir en sus carreras profesionales, en sus capacidades, “en darles exposición una vez ya están en la casa. Y celebrar la promoción de mujeres y naturalizarlo”.
El talento no está solo en el ámbito universitario
Es la realidad. “El talento no está solamente en el ámbito universitario, está también en la formación profesional, en gente sin cualificación, en perfiles senior… Tratamos de equilibrar una industria que, persee, siempre había sido patrimonio de las titulaciones y programas de postgrado y máster. Ahora de repente empieza a convivir con tareas profesionales que vienen del ámbito de la formación profesional. Cada vez tenemos más contacto con más centros de FP para que verdaderamente sea una una fuente de reclutamiento”.
Actitud, la clave para entrar a KPMG
¿Cómo es el talento que buscan en KPMG? ¿Qué capacidades buscan en los candidatos? Su social de People lo tiene claro: “La gente con iniciativa, con apetito, con pasión, con ganas de aprender y que sea responsable, tiene carrera en cualquier lado”. En el entorno actual, se presupone ya la capacitación técnica, “alguien que haya hecho una formación profesional o una formación universitaria, se supone que ha adquirido las capacidades necesarias, pero la diferencia está en la actitud”.
Reconoce que puede sonar “muy manido” y “casi a gurús de Linkedin”, pero es verdad. El tener apetito, tener pasión y transmitirla… “Cualquier persona que muestre interés, que aprende, que muestra inquietud, que le pone pasión, que muestra responsabilidad, tiene carrera garantizada en cualquier compañía del mundo”. La actitud marca la diferencia porque es la que marca “la forma en la que afrontas tu trabajo”. Estas capacidades, para él, son las que cada vez determinan más la carrera dentro de una organización. “Y cada vez son más difíciles de encontrar”.
La pregunta del millón: ¿se necesita experiencia para entrar?
Queda claro que la actitud es la clave. Pero hay una pregunta que se repite en todos los jóvenes que buscan iniciar su carrera profesional: ¿piden experiencia? “La experiencia es celebrada y bienvenida, pero no determinante. Ponemos más el foco en realmente filtrar a través de procesos masivos esas capacidades que mejor y más comulgan con lo que espera y ofrece la compañía, más que el dominio técnico”, responde Vidaurreta.
¿Cómo encuentran estos perfiles afines? Sus procesos de selección no son nada convencionales e introducen técnicas innovadoras, como la gamificación, para dar con ellos. Dan prioridad a las pruebas no estáticas y no centrarse tanto en el clásico “dime tus tres fortalezas o dime tus tres debilidades”. Lo que sí quieren es ver cómo se desenvolverían los candidatos dentro de la firma: “que lleguen, que vean cómo se siente trabajar para KPMG, que se diviertan… Porque cualquier entorno profesional tiene un componente lúdico, que te estimule tu trabajo”.
Aquí, en replicar la experiencia que tendrán como empleado o empleada si se incorporan, es en lo que se centran. Y a partir de esa convivencia seleccionar: “ver ese grado de comunión. Y aquellos que más se divierten, que más sonríen o mejor lo hacen y mayor afinidad con los valores de la firma demuestran, son los que tratamos de atraer”. Después, sí que habría que superar la entrevista al uso, porque también es importante hacer “ese check”.
“Esa persona luego se va a integrar con otro equipo, intentamos favorecer esa conexión para que vean y se conozcan y determinar si ha surgido esa chispa. Pero el proceso trata de poner en valor cómo se supone que es trabajar aquí. Sí que es verdad que gana más parte, más presencia, la parte de interacción con la firma, en el sentido de proceso de reclutamiento lúdico, divertido, basado en tecnología. Y ahí estamos todo el día rompiéndonos la cabeza con cómo enriquecer el proceso y salirnos de la norma. Y luego hay una parte menor de, oye, pues te vas a sentar en esta silla y estos van a ser tus compañeros y tu equipo, y que se produzca ese chispazo”, narra Vidaurreta.
¿Qué beneficios te esperan al entrar en KMPG?
Si hablamos de captación de talento, es importante motivar a los candidatos, darles motivos para querer entrar en la compañía. En KPMG, el primero de ellos es la formación. “Tratamos de animar espacios para que verdaderamente te formes en lo que necesitas”.
Así pues, a la formación obligatoria (generalmente, sobre responsabilidad ética) se le suman otros dos tipos: la formación para el desarrollo de capacidades tecnológicas (cómo tratar o cómo gestionar proyectos, cómo gestionar clientes, cómo gestionar equipos a la forma de KPMG…) y la formación para inquietudes técnicas que tú puedas tener.
“El porfolio es ilimitado. Nosotros al año promocionamos más de 2.400 personas que es una brutalidad, el 40% de la firma cada año asume responsabilidades diferentes. Eso es parte de la bonanza y del valor del mundo de la consultoría, que te ofrece la capacidad de estar constantemente asomando a nuevos retos, a tener nuevos clientes, nuevas capacidades, nuevas tecnologías y que ese proceso de crecimiento profesional se desarrolle a lo largo de todos los años que nos acompañan profesionalmente”, asegura. De ese modo, dan pie a que sea el propio empleado el que solicite en qué habilidades o competencias quiere formarse, y facilitarle esos conocimientos.
Junto a la formación, se suman los llamados beneficios sociales, muy relevantes en la firma atendiendo a que la media de edad de su plantilla es de 33 años. “Eso supone que tengamos que estar continuamente escuchando qué demanda o qué busca el colectivo que reclutamos. Estamos continuamente revisando nuestras prácticas”.
Aquí se encuentran el teletrabajo, “vamos desde el 40% mínimo hasta funciones que lo ofrecen al 100%”, flexibilidad horaria “para que te administres tu tiempo”, productos a través de planes de compensación flexible para que “te montes tu esquema de beneficios a la carta”, gimnasio, recién implementado, o seguro médico.
Consejo final: cómo conseguir tu oportunidad en KPMG
El mayor consejo que puede dar Javier Vidaurreta es la proactividad. “Nosotros salimos activamente a reclutar profesionales. Todas las personas que sientan pasión por la firma, que levanten la mano y se hagan ver. Un interés manifiesto hace que tengamos mucha mayor consideración y que tengamos ese apetito, se diferencian de la competencia. Alguien que manifiesta interés por trabajar para la firma y se ha salido de la norma, acercándose a la firma de una forma tremendamente innovadora, tiene mucho ganado. Ya se diferencia del resto y tiene algo que hace que como mínimo tengamos que corresponder, que nos genera inquietud por conocerle. Yo puedo prometer y prometo que la gente que se sale la norma son los perfiles que acaban integrándose en la compañía”.
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