En nuestro día a día, los desacuerdos y malentendidos con las personas que nos rodean, muchas veces son inevitables. Sin embargo, no todo el mundo expresa su opinión o defiende sus intereses por temor a generar ‘malos rollos’ y prefiere guardar silencio y ceder ante la opinión de los demás.
Esta tendencia, según explican los expertos en salud mental, puede esconder una personalidad que tenga una fuerte ansiedad ante la confrontación que conlleva efectos negativos en la autoestima y en la calidad de las relaciones personales.
Cómo es el perfil de la persona que evita el conflicto
Quienes adoptan esta actitud suelen caracterizarse por tener un comportamiento sumiso y una marcada necesidad de aprobación externa. Según el psicólogo Mario Arzuza, algunas personas desarrollan este patrón debido a una predisposición interna hacia la calma y la estabilidad emocional, tal y como recoge Infobae. En otros casos, el origen está en experiencias infantiles traumáticas, donde los conflictos estuvieron asociados a gritos o agresiones entre progenitores, por ejemplo.
El miedo a las posibles consecuencias tras una discusión también juega un papel relevante en este tipo de personas. Para muchos, la posibilidad de hacer sentir mal a alguien, perder el control o ser rechazados socialmente, les resulta aterrador. Además, esto se intensifica en personas con inseguridad.
Comportamientos frecuentes
Entre los rasgos más comunes de estas personas, destaca el hecho de ceder ante los demás, evitar conversaciones difíciles y no hablar sobre sus propias necesidades ante los demás. Una anulación de la persona que, aunque les permite esquivar el conflicto en ese momento, refuerza sus sentimientos de inseguridad, la baja autoestima y la frustración.
Por ello, las personas que se sientan identificadas con este tipo de conductas, deben prestar especial atención, ya que a medio y largo plazo, pueden derivar en problemas físicos y emocionales, como ansiedad, fatiga, dolores psicosomáticos o síntomas depresivos.
Cómo superar el miedo al conflicto
Para superar el miedo ante situaciones tensas y conflictivas, los psicólogos recomiendan trabajar las habilidades emocionales, así como la comunicación asertiva para romper con este patrón de conducta. Es decir, expresar lo que uno siente o necesita de forma clara, lo que permitirá gestionar los malentendidos sin deteriorar la relación.
También aconsejan trabajar la tolerancia a la incomodidad, ya que evitar las tensiones solo incrementa ese miedo. Por ello, recurren a ciertas técnicas como la meditación, la respiración consciente o acudir a terapia para conseguir manejar el estrés y mejorar la estabilidad emocional.

