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Gonzalo Oñoro, pediatra: "Tu hijo puede dormir con el ventilador o el aire acondicionado encendido, pero hay condiciones"

El aire acondicionado reseca mucho el ambiente, por lo que es conveniente no bajarle demasiado la temperatura y utilizar un humificador.

Gonzalo Oñoro, Médico Adjunto en la unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales del Hospital Sanitas de La Moraleja
Gonzalo Oñoro, Médico Adjunto en la unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales del Hospital Sanitas de La Moraleja |TikTok / Canva
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Estamos en pleno verano y no son pocos los padres que se preguntan si dejar el aire acondicionado o el ventilador toda la noche encendido frente a sus hijos es bueno o, por el contrario, puede tener efectos adversos sobre ellos.

Gonzalo Oñoro, médico especializado en pediatría, responde a esta pregunta en su canal de TikTok, dejando claro que sí es posible, pero teniendo en cuenta una serie de consideraciones para que los niños puedan dormir agusto y seguros.

No bajar demasiado la temperatura

En primer lugar, Oñoro aclara que “lo ideal es mantener la habitación entre 24 y 26 grados” o, al menos, no bajar demasiado la temperatura.

Otro consejo importante que da el especialista es que el aire, ya sea de un aparato de aire acondicionado o de un ventilador, nunca esté justo en frente del niño. Es decir, que el flujo de aire frío no esté orientado directamente hacia el niño, ya que podría provocar un resfriado o incluso sequedad en la cara y las vías respiratorias.

Oñoro: “hay que evitar que el chorro de aire le dé directamente al niño”

En relación a esto último, Oñoro, que trabaja como Médico Adjunto en la unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos y Neonatales del Hospital Sanitas de La Moraleja, recomienda acompañar el uso del aire acondicionado en el dormitorio con un humidificador o un cuenco con agua. Esto es porque el aire acondicionado reseca mucho el ambiente, lo que provoca sequedad en la mucosa, lo que afecta especialmente a niños pequeños y bebés.

Por otra parte, el especialista también habla en su vídeo colgado en su perfil (@dospediatrasencasa) sobre el uso del ventilador, al que califica como un buen aliado para aliviar las noches de calor. Su función principal es mover el aire, lo que genera una sensación térmica más fresca. Sin embargo, Oñoro vuelve a insistir en que “hay que evitar que el chorro de aire le dé directamente al niño”.

En definitiva, el pediatra recomienda no bajar la temperatura de los 24 grados, ya se trate de un aire acondicionado o de un ventilador, ya que el objetivo no es enfriar la zona demasiado, sino mejorar la sensación térmica sin provocar cambios bruscos que puedan tener un efecto sobre la salud o el sueño del niño.