
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) alerta de un cambio brusco en el tiempo para la próxima semana en España. En un giro imprevisto de guion respecto a las previsiones realizadas el último mes, esta primera semana al completo del mes de febrero volverá a acoger, momentáneamente, de nuevo al ‘veroño’. El neologismo con el que la agencia acuñó al fenómeno de la mezcla de estaciones, derivado del cambio climático.
En este caso, más que ‘veroño’ (verano más otoño), ‘invernavera’ (invierno más primavera). Si de octubre a prácticamente bien entrado el mes de diciembre los termómetros registraron temperaturas y un clima a caballo entre los grados de media de ambas estaciones, en estos primeros compases de mes ocurrirá lo mismo, con un pequeño adelanto de la primavera.
Así, tras un mes de ola polar, con nieve, lluvia, heladas y vientos, se espera todo lo contrario ya a partir de este primer fin de semana de febrero. Suben las temperaturas y se dice adiós a las lluvias y al viento para dar la bienvenida a un invierno seco y cálido, muy alejado de los estándares habituales propios de la estación. La AEMET indica que podrían llegarse incluso a los 18 grados en algunas provincias.
Cambio en el tiempo: un anticiclón, el culpable
La ola polar que potenció los efectos de las borrascas Fien y Gérard dejará el relevo a un anticiclón. Un giro de 180 grados meteorológico que, además de elevar las temperaturas a cifras poco habituales para estas fechas, dejará paso al sol y al buen tiempo. Un pequeño respiro para los que repelen el frío.
Tiempo previsto en Península y Baleares desde 03-02-2023 hasta 09-02-2023. Info siempre actualizada en https://t.co/keCWfwv3Ua pic.twitter.com/2RB6WPuWgs
— AEMET (@AEMET_Esp) February 3, 2023
Eso sí, con la caída del sol, las noches serán gélidas, con heladas habituales, aunque no con tanta intensidad como las de estas pasadas semanas, donde carreteras heladas en zonas montañosas o las lunas de los vehículos con placas de hielo han sido la postal habitual. El rasgo del mes que parece que se cumplirá será el de la escasez de lluvias. Algo que preocupa, teniendo en cuenta la poca lluvia caída en la Península Ibérica meses atrás.
Problemas de contaminación
El de las escasas precipitaciones no será el único problema: la contaminación ambiental también aumentará con la llegada de un anticiclón y la ausencia de viento y lluvia que depuren y muevan los elementos presentes en el aire. Así, en grandes ciudades como Madrid o Barcelona se espera la aparición de las famosas boinas de contaminación.
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