Yolanda Díaz defiende regular el uso de la IA ante los “enormes abusos” de las multinacionales

La Ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, analiza la irrupción de la IA en el mercado laboral: hay puestos que, “por mucha Inteligencia Artificial que tengamos, no son sustituibles”.

Yolanda Díaz, ministra de Trabajo
Yolanda Días analiza la irrupción de la IA en el mercado laboral EFE
Esperanza Murcia

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social en funciones, Yolanda Díaz, ha analizado este martes, en el foro ‘Metafuturo’, la irrupción de la Inteligencia Articial (IA) en el mercado de trabajo. En primer lugar, viendo las crispaciones y “desasogiego” que despierta entre empresas y trabajadores, ha alegado de que, por “mucha inteligencia artificial” que haya, hay puestos que son insustituibles.

En este sentido, entiende que la misión de las Administraciones Públicas es dar “cierta tranquilidad y opacar estos temores” que, no en vano, “en una parte, son reales”. Para Díaz, se debe llevar a cabo una “estrategia de país”, por la que la destrucción de empleo asociada a la IA se concentre en puestos de trabajo “que no generan mucho valor añadido, que no son sostenibles, que no son ecológicos y que además son ineficientes en términos económicos”.

Se trata, en declaraciones recogidas por Europa Press, de que “tengamos un efecto sustitución y que sean que alternados con otros que generan mayor valor añadido, mucha más productividad y desde luego bienestar en el mundo de las empresas”. ¿Cómo conseguirlo? La ministra de Trabajo defiende que, para ello, se debe diseñar “una estrategia en la que la clave es la formación de todas esas personas que van a salir de unos puestos de trabajo hacia otros, sabiendo muy bien que hay puestos de trabajo que, por mucha Inteligencia Artificial que tengamos, no son sustituibles”.

Regular la IA para evitar “enormes abusos” de las multinacionales

Sobre el camino a seguir, Yolanda Díaz ha destacado que el trabajo del futuro no puede estar acompañado “de las esclavitudes del pasado”, sino de derechos humanos y laborales, recordando que, actualmente, se está discutiendo un reglamento sobre IA. Al respecto, considera que “sería muy bueno que la Unión Europea disponga de no solo un debate, que lo está teniendo, sino de una posición propia porque su modelo es muy diferente al que tiene Estados Unidos, que opta por la no regulación. La clave aquí, el debate que tenemos hoy en Europa, es que tenemos que regular el uso general de la IA ante los enormes abusos que pueden proferir grandísimas multinacionales”.

Los elementos de verificación y control deberán seguir siendo humanos

En cuanto al alcance de la Inteligencia Artificial, también impone unos límites. Para Díaz, la regulación de la misma pasa por establecer la no utilización en remoto de elementos biométricos de control, salvo para cuestiones vinculadas al terrorismo, así como garantizar que todos los elementos de verificación y de control sean humanos.

En su opinión, sobre los riesgos, España y Europa se juegan elegir “entre una sociedad tecnológica-feudalista, en la que unos muy poquitos controlan el poder económico a sabiendas de la vulneración flagrante de los derechos, o una salida democrática con una regulación mínima en el plano laboral”. Al respecto, ha señalado que “ChatGPT tiene subcontratado con personal en Kenia a trabajadores a los que les paga a razón de dos euros la hora”, señalando que es algo que “está pasando en el mundo” y que “lo que no hay que hacer es esto”. 

Otro riesgo es la privatización de todos los datos, alegando que algunos de ellos son “estratégicos” y que no pueden ser objeto de privatización. Por ello, aboga por tener infraestructuras públicas de datos, inexistentes en la actualidad, así como “un gestor de trabajadores algorítmicos”.

También insiste en que el diseño de las fórmulas matemáticas y de la digitalización deben estar los sindicatos, pues es su diseño el que establece “cuánto tiene que trabajar un empleado, a qué ritmo, cuándo debe descansar y eso debe estar consensuado con la participación de ambas partes de la empresa”. Al mismo tiempo, ha defendido la necesidad de ejecutar auditorías sobre los algoritmos para eliminar posibles sesgos, como pueden ser de género, y de utilizar la IA “para algo que se ansía mucho desde Espartaco hasta hoy: trabajar menos, trabajar mejor y aumentar la productividad”. 

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