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Los sindicatos lo dejan muy claro con la jornada de 37,5 horas: “sin presión y sin fuerza por parte de las organizaciones sindicales, no vamos a poder reducir el tiempo de trabajo”

CCOO y UGT critican la “inacción política” frente a esta medida, que además de la rebaja de jornada trae la reforma del registro horario y el derecho a la desconexión digital.

Unai Sordo y Pepe Álvarez en la asamblea de delegados
Los sindicatos lo dejan muy claro con la jornada de 37,5 horas: “sin presión y sin fuerza por parte de las organizaciones sindicales, no vamos a poder reducir el tiempo de trabajo” |EFE
Esperanza Murcia
Fecha de actualización:
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El debate sobre el proyecto de ley para la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas fue retrasado hasta septiembre. Aunque estaba previsto que se realizara de forma extraordinaria este julio, el clima político movió al Ministerio de Trabajo a retrasarlo a después del verano, temiendo que el debate quedase “secuestrado”.

Esta misma semana, su titular, Yolanda Díaz, aseguró que tumbar esta medida no saldrá “gratis” a los partidos, afirmando que todos sus votantes quieren la medida, en referencia a las posturas actuales de PP, Vox y Junts de votar en contra de la misma. Paralelamente, los sindicatos van a librar su propia batalla, avisando tanto CCOO como UGT de nuevas movilizaciones en septiembre para desbloquear la rebaja de la jornada laboral a 37,5 horas.

Ambas organizaciones sindicales lo volvieron a reivindicar en la Asamblea de delegados y delegadas celebrada este miércoles, donde han pedido la reanudación urgente de la tramitación de la ley por la reducción de jornada. Una medida que, en sus palabras, “no puede esperar más”. En la asamblea también aprovecharon para defender el alcance de esta ley que, además de la rebaja en sí del tiempo de trabajo, reforzará el derecho a la desconexión digital y mejorará el registro horario.

Las movilizaciones, clave en la aprobación de la reducción de jornada

Durante su intervención, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha destacado el papel de las movilizaciones, ya que “sin presión y sin fuerza por parte de las organizaciones sindicales, no vamos a poder reducir el tiempo de trabajo”. También ha criticado la inacción política, recordando que “la inmensa mayoría de ciudadanas y ciudadanos” respalda esta rebaja de la jornada laboral.

En este sentido, Álvarez ha defendido la viabilidad de la reducción de la jornada laboral, apoyándose en aquellos convenios colectivos que ya la aplican. “¿Por qué en Navarra, que tiene el convenio colectivo de la hostelería con una jornada de 37,5 horas, las empresas son productivas?”, reivindicó en la Asamblea, respondiendo que “no es un problema del tamaño de la empresa o del sector, sino de quien no quiere cambiar nada”.

Por último, el líder de UGT quiso resaltar la importancia del control horario para evitar “jornadas interminables” y salvaguardar el bienestar de las personas trabajadoras, recordando que este punto sí se puede ejecutar ya desde un punto de vista técnico y “solo hace falta voluntad política”.