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Sofía Chaves, 33 años, camarera: “Trabajaba 48 horas con un día de descanso, no respetaban las 12 horas entre jornadas y me enviaban el horario de la semana el domingo de antes. Llegaba a mi casa con ansiedad”

Esta exempleada, que denuncia las condiciones laborales de la empresa donde trabajaba, planea llevar el caso a la Inspección de Trabajo.

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Sofía Chaves, 33 años, camarera: “Trabajaba 48 horas con un día de descanso, no respetaban las 12 horas entre jornadas y me enviaban el horario de la semana el domingo de antes. Llegaba a mi casa con ansiedad”
Icíar Carballo
Fecha de actualización:
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La precariedad y el abuso laboral siguen estando a la orden del día en la hostelería, pese al refuerzo normativo de los últimos años y a las campañas de la Inspección de Trabajo. El testimonio de Sofía Chaves, camarera y madre de dos hijos, vuelve a poner el foco sobre la realidad del sector con jornadas irregulares, falsificación de registros y un ambiente laboral asfixiante. 

Sofía decidió abandonar su puesto tras apenas una semana trabajando en una cafetería del Centro Comercial Gran Plaza, en Roquetas de Mar (Almería), y ahora ha hecho público su caso a través de las redes sociales, donde denuncia las condiciones sufridas animando a otros empleados a no normalizar este tipo de prácticas.

Las condiciones laborales que ofrecían no se ajustaban a la realidad

Según relata la joven en una entrevista concedida a NoticiasTrabajo, las condiciones pactadas en la entrevista poco tenían que ver con la realidad del empleo. “Me dijeron que sería una jornada semanal de 40 horas, pero acabé trabajando 48, con turno partido todos los días, de 9:00 a 12:00 y de 17:00 a 22:00 horas de la noche, sin respetar el descanso de 12 horas entre turnos que establece la ley”, explica, denunciando también el salario, que “se quedaba en 1.200 euros limpios al mes”.

“Nos obligaban a poner que descansábamos dos días”

En cuanto al horario, relata que era bastante caótico. Este estaba escrito en un cuaderno con los nombres de los trabajadores subrayados y la encargada lo enviaba a los empleados “el domingo por la tarde antes de empezar el lunes”, señala Sofía haciendo referencia a la imposibilidad de planificar la vida personal y familiar

Una práctica ilegal, ya que la empresa debe notificar los cambios en el horario laboral con una antelación mínima de 5 días de antelación, tal como establece el Estatuto de los Trabajadores.

Además de los cambios de horario habituales por parte de sus superiores, en ocasiones también se le exigía acudir fuera de su horario sin posibilidad de rechazar la orden. “No podía protestar, ni muchísimo menos”, recuerda.

horarios cafeteria
Imagen que enviaba la empresa a los empleados para comunicar los horarios

Con respecto al registro horario, en lugar de efectuarse por sistemas automatizados, el fichaje se realizaba firmando en una hoja con su nombre, y se obligaba a los trabajadores a firmar que disfrutaban de dos días libres semanales, “cuando eso es mentira porque solo se libraba un día a la semana”. Algo que, además de ser ilegal, cambiará con la llegada de la reducción de jornada, donde las empresas estarán obligadas a contar con un registro horario digital que permita a la Inspección de Trabajo acceder de forma remota.

Ansiedad y la imposibilidad de conciliar

A esta situación se suma la dificultad de conciliar la vida laboral y familiar. “Soy madre separada con dos niños. Tenía que dejar a mis hijos con mi madre, porque yo no llegaba a casa hasta las diez y media de la noche”, apunta Sofía, que admite haber sufrido episodios de ansiedad y fuertes dolores de estómago ante el mal ambiente laboral. “No había compañerismo”, asegura. 

“El trato era horrible, había situaciones incómodas incluso delante de la clientela”, añade la joven mientras describe el impacto psicológico que supuso su paso por la cafetería. “Esos nervios de cuando vas a llegar a un lugar y sabes que no quieres estar ahí porque sabes lo que va a pasar”.

No es un caso aislado

La experiencia de Sofía no es, según explica, un caso aislado. Tras hacer público su testimonio en redes sociales, otra extrabajadora del mismo establecimiento se puso en contacto con ella para compartir episodios similares, incluyendo accidentes laborales y trato vejatorio por parte de las superiores.

Sofía, que finalmente abandonó el empleo, confiesa que va a “denunciar a la empresa” para que se deje de normalizar estas prácticas en la hostelería. “Que venga la Inspección de Trabajo y a ver quién sale perdiendo”, asegura, porque “los convenios están para cumplirse, y si no denunciamos y no decimos nada, esto va a seguir así”, concluye.

La empresa responde: “miente”

NoticiasTrabajo, tras ponerse en contacto con la dueña de la cafetería, visiblemente molesta por la repercusión del caso, niega las acusaciones vertidas por Sofía en los vídeos publicados en sus redes sociales. La responsable asegura que “la extrabajadora miente”, y sostiene que no ha sufrido ninguna situación irregular durante su breve paso por la cafetería.

Sin embargo, durante la conversación mantenida con este medio, NoticiasTrabajo ha podido comprobar que sí existen ilegalidades en las condiciones de trabajo, como que no se cumplen las 12 horas de descanso obligatorias entre jornadas y que los horarios se comunican con apenas unas horas de antelación, en lugar del preaviso mínimo de cinco días que exige la ley.

“Una persona que lleva seis días de trabajo, no sé cómo puede opinar de una empresa que lleva más de veinte años abierta”, afirma la dueña cuestionando la legitimidad del testimonio de la afectada, y asegurando que prefiere mantenerse al margen de la polémica“Yo nunca he tenido ningún problema, me va bien. Por algo será”, reivindica concluyendo que “es muy fácil hacer un vídeo y que se viralice, pero si tú tienes un problema te vas a una Inspección y me la mandas. Esto ha sido una pataleta infantil. A mí no me ha hecho daño, se lo ha hecho ella”.