​​¿Qué es la inflación subyacente?

La inflación subyacente se sitúa en el 7% en diciembre 2022. Conocer su trayectoria, según los expertos, es sumamente importante para aventurar cuánto durará el alza de precios.

Una persona haciendo la compra
Qué es la inflación subyacente
Javier Martín

La inflación subyacente superó a la inflación general el pasado mes de diciembre, según adelantó el Instituto Nacional de Estadística (INE). Un hecho con consecuencias notables para la economía. Es cierto que el Índice de Precios al Consumo (IPC), el indicador que da cuenta del alza de precios, ofreció un leve respiro para el bolsillo de los consumidores para cerrar el año con su cifra más baja, situándose en el 5,8%.
 
Sin embargo, los últimos datos ofrecidos por el INE reflejan que los precios de los alimentos se encuentran en el 15,7% al cerrar diciembre, además de que la inflación subyacente ha terminado alcanzando el 7%, escalando por primera vez por encima de la tasa general. A niveles de 1994. Un fenómeno sobre el que alertan los expertos económicos y sobre el que habrá que poner la lupa en los próximos meses para avistar la persistencia de la inflación y cómo evolucionarán los precios.

¿Por qué es importante la inflación subyacente?

La inflación subyacente, como etiquetan a este indicador, que la gran mayoría de veces pasa de puntillas a la hora del análisis, es tan importante como el general de la inflación. Básicamente, mide cuánto suben los precios, pero descontando los alimentos frescos y la energía. ¿Por qué? Por su volatilidad.
 
Los precios de la gasolina, el diésel y la electricidad de estos cambian hacia arriba y hacia abajo con mucha mayor facilidad que otros más estables, por lo que hay analistas que consideran más fiable observar la inflación subyacente para anticipar la tendencia de la inflación para saber si va a ser duradera o temporal. Así, el precio de la energía se disparó aún más con el inicio de la guerra en Ucrania, pero si los Gobiernos encuentran otras alternativas para proveerse o si la guerra tiene visos de terminar más pronto que tarde, los precios se desinflarán.
 
También el Banco Central Europeo (BCE) la tiene en el punto de mira para tomar decisiones respecto a la política monetaria, como las consecutivas subidas de interés que han ejecutado en los últimos meses. Lo que al final redundará en productos financieros como las hipotecas, que se han encarecido sobremanera en los últimos meses. Es decir, de ella dependerá que sigan aumentando los tipos de interés y, por tanto, las hipotecas. Sobre todo, las variables. 

Inflación: ¿Qué son los efectos de segunda ronda?

Temidos por sus consecuencias, con el efecto bucle de la inflación en la economía como el más destacado, cuanto más se transmitan los incrementos de los precios al conjunto de productos y servicios, más probable es que se produzca ese bucle o repetición. Aunque, por el momento, se descarta esa posibilidad.
 
“Cuando el generador de la subida de precios es la electricidad, inunda toda la economía y todos los precios, afecta a todo. Por eso la subyacente va subiendo, subiendo, subiendo. Si de repente baja el precio de la electricidad, la subyacente sigue subiendo unos meses, pero en esta ocasión la general va a tirar de la subyacente hacia abajo”, explica Gonzalo Bernardos, profesor titular de Economía de la Universidad Barcelona a ‘El Independiente’.
 
Por tanto, cuando la inflación general, como ha ocurrido estos meses, era superior a la subyacente, indicaba que el aumento de precios estaba producido por esos elementos más volátiles. Es decir, que venía vinculada a la presión energética y logística. Pero ahora pasa justo lo contrario, pasando a amenazar ese efecto bucle. Esta inflación, por tanto, es importante porque puede perdurar aunque caigan los precios de los elementos volátiles.

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