Cuándo puedes jubilarte de forma anticipada tras un despido

Muchos trabajadores de avanzada edad pueden verse en la tesitura de ser despedidos y no saber si pueden jubilarse ya o, por el contrario, tienen que seguir trabajando y buscar otro empleo, con todas las dificultades que encuentra este colectivo. Estos deben de saber que la Seguridad Social permite el acceso a la jubilación forzosa, también llamada involuntaria, cuando se produce un “cese no voluntario en el trabajo”. Es decir, cuando se ha perdido el trabajo involuntariamente.

Ahora bien, para ello hay que cumplir determinados requisitos, del mismo modo que no todos los despidos permiten acceder a este tipo de jubilación. Para poder acceder a la jubilación forzosa, es necesario que la extinción del contrato laboral se haya producido por una de las siguientes situaciones, como recoge la Seguridad Social:

• Por despido colectivo derivado de causas económicas, técnicas, organizativas o de producción.
• Por despido objetivo.
• Por resolución judicial, en los supuestos contemplados en la Ley Concursal.
• Por muerte, jubilación o incapacidad del empresario individual o la extinción de la personalidad jurídica del contratante.
• Por causas de fuerza mayor avaladas por la autoridad laboral.
• Por voluntad del trabajador si responde a una modificación sustancial de las condiciones de trabajo, incumplimientos del empresario (como no pagar el sueldo) o por movilidad geográfica.
• Por extinción del contrato por ser víctima de la violencia de género.

Solo estos despidos permiten acogerse a la jubilación forzosa o involuntaria, aunque también hay que cumplir unos requisitos.

Requisitos para pedir la jubilación anticipada forzosa tras un despido

En primer lugar, la Seguridad Social permite, como máximo, adelantar la edad de jubilación 4 años (48 meses) respecto a la exigida en la ordinaria, por lo que hay que tener cumplidos 62 años y seis meses, si se tienen menos de 38 años cotizados, o 61 años si se tienen 38 años o más cotizados. 

Seguidamente, hay que acreditar un periodo mínimo de cotización de 33 años (sin contar las pagas extraordinarias) y que, al menos 2 de ellos, estén comprendidos en los 15 años anteriores a la solicitud de la pensión. En último lugar, se debe estar inscrito como demandante de empleo durante un plazo de al menos seis meses antes de solicitarla.

En los casos en los que el despido se haya producido por un ERE; causas objetivas; movilidad geográfica; modificación sustancial de condiciones de trabajo; o incumplimientos del empresario, será necesario también justificar que se ha percibido la indemnización correspondiente o haber interpuesto una demanda judicial de reclamación de dicha indemnización o de impugnación de la decisión extintiva.

Qué pasa si el despido es disciplinario, que no está incluido

Es posible que un trabajador, también de avanzada edad, haya sido despido de forma disciplinaria. En este caso, la Seguridad social no permite adherirse a la jubilación anticipada involuntaria por despido disciplinario. Pero, siempre que se cumplan los requisitos, se puede solicitar la jubilación anticipada voluntaria.

Para ello, también hay que cumplir unos requisitos específicos. Primero, se debe tener 64 y seis meses si se tienen menos de 38 años cotizados o 63 años en caso de haber cotizado 38 años o más, ya que en esta modalidad solo se permite adelantar el retiro un máximo de dos años (24 meses). Seguidamente, hay que contar con 35 años cotizados, sin tener en cuenta las pagas extraordinarias, y que al menos 2 años estén comprendidos dentro de los 15 años inmediatamente anteriores a la solicitud de la pensión.

Cuantías de la jubilación anticipada voluntaria e involuntaria

La cuantía que se cobra de pensión depende de la base reguladora del trabajador y el total de años que se tengan cotizados, ya que en función de estos se percibirá un porcentaje determinado. En esta guía se explica paso a paso cómo se calcula esta pensión de jubilación, aunque hay que tener en cuenta que, al tratarse de una jubilación anticipada, hay que aplicar los coeficientes reductores por haber adelantado la edad de retiro, tanto en la voluntaria como en la forzosa.