La prestación de incapacidad temporal es una ayuda de la Seguridad Social para las personas que han sufrido una lesión o enfermedad. También es conocida como la baja médica. Ahora, una reciente reforma de algunas prestaciones del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, capitaneado por Elma Saiz, ha introducido un cambio cuando esa incapacidad venga por una lesión de traumatología. ¿En qué consiste?
Tal y como se conoció hace unas semanas, esta administración pública han decidido dar un mayor protagonismo a las mutuas colaboradoras con la Seguridad Social por este tema. Así se aprobó en la Mesa de Diálogo Social por el gobierno junto a los agentes sociales (sindicatos y patronal). El objetivo es mejorar el manejo de las incapacidades temporales ante las largas listas de espera que protagoniza el sistema público de salud en este tema.
Asimismo, con esta nueva legislación, el organismo público permite que las mutuas continúen dando pagos de incapacidad temporal hasta que se resuelva la situación médica del trabajador.
¿Cuál es el cambio de la Seguridad Social en la incapacidad temporal?
El cambio más relevante tiene que ver con las mutuas colaboradoras. Hasta antes de la reforma, estas bajas médicas por traumatología, es decir, por lesiones óseas de los trabajadores estaban gestionadas por la asistencia pública sanitaria. Ahora, entran en escena las mutualidades colaboradoras con la Seguridad Social para gestionar la incapacidad temporal y será posible utilizar sus recursos para realizar las pertinentes pruebas médicas.
Hay que tener en cuenta la siguiente aclaración: los médicos del sistema público de salud seguirán siendo los principales actores en ese nuevo escenario de gestión. Su papel seguirá siendo el de realizar el diagnóstico al lesionado y determinar cuál será la duración de la prestación y dar el alta.
¿Cómo afectan los cambios para las empresas y los trabajadores?
Estos cambios en la baja médica de los trabajadores, cuyo derecho se origina con las cotizaciones mensuales por contingencias comunes o profesionales, tiene efectos para los empresarios y los trabajadores.
Para los empresarios, porque reduce los costes asociados a las largas ausencias en el puesto de trabajo y es posible asegurarse que el empleado se recuperará en un tiempo menor. Para los trabajadores, ya que se agiliza el proceso para acceder a tratamientos especializados y la recuperación también es más rápida.
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