¿Puede mi vecino hacer ruido a la hora de la siesta? Esto dice la ley

Cuando se vive en comunidad o con viviendas muy cerca, los ruidos son uno de los principales problemas que suelen surgir entre vecinos, como por ejemplo por el aire acondicionado durante el verano o por poner la lavadora durante la noche. Respetar las horas de descanso es fundamental para una buena convivencia vecinal, y estos están limitados por la ley en las horas nocturnas, pero ¿qué pasa con la siesta? 

Por regla general, el horario para poder cualquier tipo de ruido en las viviendas suele estar limitado entre las 20 h y las 8 h del día siguiente, para salvaguardar las horas de descanso nocturnas. En esta franja horaria los decibelios permitidos se reducen y suelen rondar entre los 25-30. 

Hay que tener en cuenta que esta no es una norma general, ya que esta materia depende de normativas locales o autonómicas, por lo que conviene consultar cuál es el horario específico según el lugar de residencia. 

¿Hay limitaciones en el ruido a la hora de la siesta? 

En cuanto a la hora de la siesta la mayoría de localidades no establece limitaciones al respecto, por lo que los vecinos podrán actuar con las mismas libertades que en el resto de horas del día, a excepción de la noche. 

Dependerá, por tanto, de la normativa local o autonómica, ya que en ciudades como Sevilla, según informan desde el portal inmobiliario Fotocasa, existe una restricción que no permite hacer reformas en las viviendas de 8 h a 15 h y de 17 h a 21 h en días laborales, y de 9 h a 15 h y de 17 h a 19 h los fines de semana. 

Qué hacer ante los ruidos molestos de los vecinos

En el caso de tener unos vecinos demasiado ruidosos, lo primero que habrá que hacer es asegurarse si se está infringiendo la normativa establecida. 

Si los ruidos se producen fuera del horario permitido, la primera alternativa será hablar con el vecino para intentar llegar a un entendimiento. 

En el caso de que se viva en una comunidad de vecinos y sea una situación puede recurrirse al presidente de la comunidad de vecinos para que medie, y mande un escrito en caso de ser necesario. 

Si las opciones por la vía amistosa no surten efecto, el siguiente paso será llamar a la policía para que realicen una medición del ruido que se está provocando, y en caso de que la conducta continúe pese al aviso, en última instancia habrá que poner una denuncia.