La reforma laboral multiplica por siete los despidos por no superar el periodo de prueba

La reforma laboral ha disparado exponencialmente el número de trabajadores contratados que no superan el periodo de prueba. Según las estadísticas publicadas por la Tesorería General de la Seguridad Social recogidas entre enero y noviembre (el último mes del que se tienen datos) del pasado año 2022, 23.404 empleados con contrato indefinido se encontraron en esta situación. Un 635%, prácticamente siete veces más, respecto al mismo periodo de 2021. 

En la modalidad de relación contractual indefinida, quizá el producto estrella de la reforma laboral que entró en vigor el pasado mes de marzo, es en la que más se ha notado esta problemática. Aunque si a los indefinidos se suman los contratos eventuales, los despidos por no superar el periodo de prueba pasan de 23.720 a 39.150 en los primeros once meses del año pasado, un aumento del 65%.

La entrada en escena de la reforma laboral supuso el indiscutible punto de inflexión. Hasta marzo, fueron despedidos por esta razón 2.442 trabajadores de media al mes. A partir de ese mes, la media mensual ascendió a 3.977 empleados. 

Sustitución de los contratos temporales por indefinidos ordinarios o fijos discontinuos

El voluminoso aumento encuentra explicación al fin del abuso de los contratos temporales que reinaba en España antes de la reforma laboral. Las empresas se aprovechaban antes de dos periodos de prueba: el que brindaba el propio contrato temporal, tras el que no renovaban gratuitamente a la persona, y el indefinido. Si llegaban a la firma de este, también se ofrece por ley otro periodo. Actualmente, el único periodo de prueba es el que ofrece el contrato indefinido.

La rendija por la que las empresas que suelen contratar de forma estacionaria, por ejemplo, cada tres meses, como la hostelería, cuelan sus nuevas prácticas en el contrato indefinido temporal ordinario, en el que, una vez finalizado ese tiempo estipulado de prueba, pueden despedir gratuitamente al trabajador. Algo que responde parcialmente a que se haya producido un incremento en el número de indefinidos, pasando de 3.200 en 2021 a 23.400 en 2022.

Sin embargo, pese a que en teoría la desaparición de los contratos temporales iba a ser mucho menor, en la práctica tampoco lo ha sido así. 482.520: sólo un 15% menos que en 2021, cuando 571.756 fueron despedidos al caducarse este tipo de contrato. Los fijos discontinuos son la figura que ha asumido en mayor medida el rol del contrato temporal. En ellos, el trabajador es dado de alta si la empresa tiene actividad, y de baja (cobrando la prestación por desempleo, si tiene derecho a ella), cuando no la hay.

Situados antes en un plano testimonial en las estadísticas de la Seguridad Social, su aumento exponencial está distorsionando los datos que ofrece el Ministerio de Trabajo, sembrando la duda y la crítica de muchos sectores. En 2022, 116.911 trabajadores fijos discontinuos causaron baja en la Seguridad Social al pasar a la inactividad. En 2021 pasó cuatro veces menos, dejando 31.033 personas. Aunque Yolanda Díaz confirmó recientemente que se revisarán esos datos.

Más de la mitad de los que perdieron su empleo, por culpa de un contrato temporal

La extinción de la modalidad contractual temporal también fue el principal motivo del desplome de la afiliación, al representar un 53,3% del total de bajas a la Seguridad Social (frente al 67,4% de 2021); seguida del cambio de los fijos discontinuos que dejaron de estar activos, que supusieron un 13% (frente al 3,6% del año anterior); las dimisiones o bajas voluntarias, que supusieron un 12,7% (frente al 9,8% del año anterior); las bajas por no superar el periodo de prueba (4,3%, frente al 2,8%), y los despidos disciplinarios individuales (2,1% frente a 1,4%), afirma ‘El Mundo’