Un Guardia Civil llega hasta el Congreso para denunciar su expulsión tras rechazar la incapacidad permanente

La lucha del Guardia Civil Jacobo Barchín y su mujer Raquel Morcillo llega hasta el Congreso de los Diputados. Este profesional se encuentra en silla de ruedas tras sufrir un accidente. A pesar de sus esfuerzos por la recuperación y tras el rechazo de solicitar la pensión de incapacidad permanente, la Dirección General de la Guardia Civil le acaba de denegar la posibilidad de continuar ejerciendo su labor en un puesto adaptado a sus necesidades. 

Tras este varapalo, la pareja no se ha rendido y junto a representantes de la Asociación Unificada de Guardias Civiles se han reunido con varios representantes de Sumar, PSOE y PP para exponer su caso. Un caso “de discriminación”, como apuntó recientemente a este medio Raquel, porque un cambio reciente en la normativa de derecho laboral impide que una persona sea despedida automáticamente de su puesto si tiene oportunidad de cobrar la pensión de incapacidad permanente.

Durante la reunión, el diputado de Sumar, Enrique Santiago, expresó la importancia de ofrecer oportunidades laborales y de adaptación de puesto a los policías y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, que ejerciendo su labor o en su vida personal pueden sufrir accidentes o enfermedades que los incapacitan, pero existe la oportunidad de adaptar sus funciones.

Por su parte, los representantes del PP y PSOE, Ana Vázquez y David Serrada, respectivamente, también han mostrado su interés en el caso de Barchín y han asegurado que intentarán llegar al Parlamento esta situación, “ya que la situación de retiro sería discriminatoria”.

El motivo por el que Jacobo Barchín “no puede” regresar a la Guardia Civil

La mujer de Barchín, Raquel, que desde el inicio se convirtió en la voz de su marido, ha explicado que desde el pasado octubre de 2024, el Ministerio de Defensa y la Dirección General de la Guardia Civil han enviado a este funcionario al pase de retiro por “inutilidad para el servicio”. Cabe recordar que Jacobo tiene un grado de discapacidad del 70% y está en silla de ruedas, pero sí que podría desempeñar su servicio en un puesto adaptado “con normalidad”.

“No lo sabemos ciertamente el motivo del rechazo. Ellos se amparan en su grado de discapacidad. Para nosotros esto es una discriminación. Es más que evidente que en la calle no puede estar patrullando, pero sí en una oficina realizando labores administrativas. Está destinado en Campello (Valencia) y dentro de su mismo cuartel hay actividades que puede ejercer. Hay rampa de acceso, baño adaptado…”, explica Morcillo.

Además, añade que “en esta última resolución que acaba de recibir, no tienen en cuenta las últimas alegaciones presentadas de discriminación por discapacidad que incluye el periodo que valoró a Jacobo”. Este continúa reivindicando su derecho a volver al cuerpo porque “existe una legislación estatal y la interna de la Guardia civil donde se puede amparar para concederle ‘apto pero con limitaciones’. También lo avala la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad”.

Trabajo modifica la ley para evitar el despido automático por incapacidad permanente

En los últimos meses, el Ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz, ha modificado el artículo 49.1 del Estatuto de los Trabajadores para evitar el despido automático de estos en caso de poder cobrar la pensión de incapacidad permanente tras un despido.

En el caso que aquí ocupa, Jacobo podría elegir entre volver al trabajo tras una adaptación del puesto o convertirse en pensionista y cobrar la incapacidad permanente. Es una decisión voluntaria que podrán tomar los trabajadores cuando entre en vigor esta normativa. 

Ante este vacío legal en el que el guardia civil se encuentra, él y su mujer están a la espera de poder acogerse a este derecho. Por el momento se sienten satisfechos al ser escuchados por formaciones políticas de diversos colores en el Congreso de los Diputados.