Una mujer pierde el Ingreso Mínimo Vital por solicitar cita previa en la Seguridad Social

Renovar el Ingreso Mínimo Vital vía presencial requiere que la persona solicite una cita previa. Si no, el acceso al Instituto Nacional de la Seguridad Social es imposible, casi infranqueable por el propio personal de seguridad de la administración. Son muchos los beneficiarios que se quejan de los retrasos en la cita previa, lo que provoca que muchos hayan visto como no pueden renovar la prestación por este motivo.

Precisamente esta situación es la que le ha ocurrido a una vecina de Las Palmas, Davinia Medina, madre de una familia monoparental, quien de oficio la Seguridad Social le otorgó esta renta garantizada para ella y sus tres hijos, dos de ellos menores de edad.

Según explica la afectada, recibía por esta prestación no contributiva una cuantía de 1.080 euros mensuales al ser una familia monoparental con tres hijos menores a cargo. Su calvario comenzó cuando apenas faltaban dos meses para renovarla. Ante la falta de medios electrónicos, puso rumbo a una de las oficinas de la Seguridad Social para solicitar cita previa y ahí comenzó su hecatombe.

La razón por la que la Seguridad Social deniega la entrada para renovar el IMV

Una vez que Davinia se plantó en la Seguridad Social para solicitar cita previa, fue el propio personal de seguridad quien no la dejó entrar para solicitar la cita previa. La situación “era desesperante”, ya que el 16 de noviembre se acababa la duración y necesitaba ese dinero para subsistir. 

Desde finales de septiembre fue imposible lograr una cita "porque en Telde (localidad donde reside) no atienden de forma personal", solo mediante cita previa. “Hablé con la chica de seguridad, le comenté mi caso, que estaba a punto de dejar de tener ingresos, que tenía tres hijos a mi cargo, que se me acababa el plazo y ni así me dejo pasar, me comentó que lo sentía mucho, pero solo me podían atender con cita previa”, comenta la afectada.

Así, esta vecina de Las Palmas vio cómo pasaban esos dos meses y la angustia aumentaba. Intentó buscarse la vida y ponerle remedio a sus barreras telemáticas, pero nada. Como asegura: “A pesar de estar hasta tres horas llamando e intentarlo por vía telemática en incontables ocasiones, he pasado tres horas al teléfono desde las 12 de la noche hasta las tres de la madrugada y es imposible que me cojan el teléfono y por internet, doy todos los pasos, pero en un momento determinado, cuando introduzco mis datos, el sistema me echa.”

Por fin, logró un número de forma presencial en la sede de Las Palmas: “para que me dejaran pasar, le tuve que enseñar al personal de seguridad todas las llamadas perdidas que había hecho, la documentación y le comenté que era vital porque tenía familia a mi cargo,”.

¿Cuál es el problema? Que esto ocurrió a los dos días de que se le pasara el plazo para tramitar la prórroga del Ingreso Mínimo Vital, algo que la administración pública sanciona. Ante su situación, pudo entrar y el funcionario que la atendió intentó tranquilizarla. “Me comentó que no había problema alguno”, expone.

La Seguridad Social obliga a la devolución del Ingreso Mínimo Vital por este motivo

Después de unos meses, Davinia vio cómo la mensualidad de abril se había reducido a la mitad, algo que solo le daba para pagar el alquiler y es que la Seguridad Social de Telde, el municipio donde reside, la había sancionado obligándola a la devolución de la ayuda.

 “Solo recibí un ingreso de 580 euros”, afirma. Ante la situación, puso rumbo a la oficina de este ente público, donde le explicaron que al haberse pasado el plazo, no solo se le reduce a la mitad la prestación, sino que tiene que devolver lo cobrado de más desde enero a marzo. Así le obligaron a devolver más de 2.000 euros de IMV.

"Llevo desde abril atendida por los Servicios Sociales de Telde, pero sin ingresos algunos" y no sabe cómo puede devolver la ayuda. Por el momento, el sustento lo consigue de sus familiares.