Cuando todo parece perdido en la vida, siempre puede llegar un golpe de suerte. Eso es lo que pensará Jean-Pierre, cuando en marzo de 2024 y en una situación precaria, decidió vivir frente a una tienda Ikea en Vénissieux, en el departamento del Ródano. La cadena sueca no se quedó parada y decidió actuar y hacerle una proposición a esta persona.
Después de solo un año, el departamento de recursos humanos de la cadena sueca se enteró de su situación a través de un artículo de prensa y le ofreció un puesto de trabajo, intentando ayudarle a mejorar su vida diaria, según se cuenta en el medio Le Figaro. Ahí estaba el golpe de suerte, en medio de la peor racha de su vida.
Se quedó sin trabajo y su autocaravana se averió
Todo empezó en febrero de 2023, cuando este sexagenario dejó su puesto de trabajo en un bar lionés. Esto solo fue el comienzo de sus problemas, ya que no solo se quedó sin trabajo, sino que además tenía que vivir en su autocaravana, la cual se averió un año después. Después de que su vehículo vivienda se estropeara, lo llevó al concesionario Fiat de la comuna del Ródano, a la espera de las reparaciones. Pero el depósito de vehículos acabó retirándole la autocaravana, y Jean-Pierre no pudo permitirse recuperarla, así que perdió su vehículo y su casa, a la vez. El registro de la propiedad lo vendió por 32.000 euros, según Le Progrès. Un nuevo palo para este hombre, que ahora además de estar en el paro era un sin techo.
De la noche a la mañana, se vio obligado a instalarse frente al Ikea Lyon Grand Parilly, con su perro Oli, un cruce de labrador que adoptó al nacer. Habiendo trabajado desde los 14 años en la industria química y luego como conductor de montacargas, aún le faltaban 6 trimestres para jubilarse. Gracias al periódico Le Progrès, que habló de él en junio de 2025, un representante de IKEA decidió interesarse por su situación, reuniéndose con él a finales de mes y ofreciéndole un puesto de almacén en la cadena minorista del este de Lyon.
Ahora busca refugio y que el Estado lo indemnice por su autocaravana
"Vieron que no estaba haciendo nada malo, nada desagradable, que no exigía nada a nadie", dice Jean-Pierre, quien aceptó de inmediato y ahora busca alojamiento junto con su fiel compañero peludo.
Está buscando refugios y habitaciones en casas particulares. Ikea ha indicado que lo ayudará en este proceso, contactando con el ayuntamiento y las asociaciones que sean necesarias. También está considerando vías legales para obtener una compensación del Estado por su autocaravana.
