Un anciano no tiene suficiente dinero para pagar la compra en Mercadona y esta es la reacción de la cajera: "Cúbreme"

A todo el mundo le ha ocurrido alguna vez que ha ido al supermercado, ha llenado la cesta de la compra y cuando estaba en caja con todo listo para pagar, se ha encontrado con que no llevaba dinero suficiente. Unos lo solucionan dejando toda la compra en el lugar sin llevarse nada y otros van hasta casa a por la cartera lo más rápido posible.

Pues algo así le ha ocurrido a un anciano recientemente en Mercadona, solo que la solución fue diferente y poco habitual. De ahí que se haya hecho viral el tema publicado por @susanitacom en la red social Threads, donde ha compartido una historia que presenció en un Mercadona y que ha conmovido a muchos usuarios.

La cajera pagó lo que debía el hombre mayor

Según la usuaria de Threads, la bondad y la buena fe aún existen. Ella presenció una escena en la que un anciano estaba intentando pagar unos pocos alimentos básicos en la caja de un Mercadona, pero le faltaba algo más de 1 euro para poder terminar de pagarlo. La cajera del supermercado, al ver la situación, se compadeció de esta persona mayor y pidió a un compañero que la cubriera unos minutos para ayudarlo. Fue a por su monedero y decidió pagar ella misma la diferencia de su propio bolsillo, para que el anciano pudiera llevarse todos los productos.

Así explica la situación ‘susanitacom’ en la red social de Meta: “Vi en Mercadona como la propia empleada de caja (una chica jovencita) le decía a un compañero: 'Cúbreme un minuto que al señor no le llega para pagar la cuenta y voy a pagárselo yo, tengo que ir a por mi monedero". "Era un señor mayor que llevaba cuatro alimentos básicos y le faltaba un euro y poco. Gran gesto por su parte", añade.

Reacciones a la situación viral en Threads

Siguiendo el hilo, otra usuaria compartió una historia parecida que le pasó también en un Mercadona, donde una madre con un bebé no pudo completar el pago de su compra porque el datáfono rechazaba su tarjeta y no tenía efectivo. En ese caso, un cliente que estaba en la fila decidió pagar su compra sin dudarlo, permitiéndole marcharse sin preocupaciones.