Son muchos los que cuando van a comprar una vivienda piden específicamente que esta tenga vistas al mar. Esto no solo vale para poder disfrutar de las vistas, sino que además de valor a la vivienda de cara a una futura venta. El problema es cuando las obras de los vecinos tapan las vistas de ensueño de la casa, y es lo que le ha pasado a un residente de la costa francesa al que la reforma de sus vecinos lo iba a dejar sin las vistas.
El vecino afectado solicitó la suspensión de los permisos de obras de la reforma de la piscina de sus vecinos, según la información publicada en ‘Les Sables’. En principio el Ayuntamiento de la localidad había concedido a los vecinos un permiso para que pudieran elevar y ampliar su casa en el callejón donde residen.
El hombre intentó que se paralizara el permiso de obras en ocasiones sin éxito. Su abogado explicó ante el tribunal que esta ampliación “oculta parte de su vista al mar”. Además, negó que las obras sean “modestas” y de “poco impacto”, como sostenía el ayuntamiento. Según su versión, el impacto es “relativamente significativo”, ya que "esta ampliación obstruirá el 30% de la vista en ciertas ventanas".
Pasará de tener vistas al mar a ver la piscina de los vecinos
Uno de los puntos clave es que la reforma permitirá “transformar una azotea en una terraza accesible” y provocará que su casa tenga vistas directas a la piscina de los vecinos en lugar de al mar como siempre había sido.
El vecino demandante considera además que la forma de colocar las señalizaciones del permiso de obras no son las correctas, ya que “el cartel no es visible desde una vía accesible al público”, y argumento que este hecho debería invalidar el proceso.
El abogado del municipio, Grégoire Tertrais, restó importancia al conflicto afirmando que “lo que está en juego es extremadamente limitado, solo podemos relativizarlo”. Además, sugirió que si el afectado ha recurrido es porque pudo ver el cartel.
“La obra aún no ha comenzado, así que si el señor impugna el permiso de construcción es porque vio el cartel”.
Desde la defensa hace énfasis en que el “llega demasiado tarde”, ya que se presenta "más de quince meses después de la concesión del permiso controvertido”.
La jueza de medidas cautelares del Tribunal Administrativo de Nantes, tras escuchar a las partes, reservó su decisión y anunció que emitiría su auto “lo antes posible”.

