¿Se puede viajar con el Imserso sin estar jubilado?

Los viajes del Imserso son una excelente oportunidad para las personas jubiladas que quieren recorrer la península viajando sin gastarse una fortuna. Los precios que ofrece el Instituto de Mayores y Servicios Sociales, a través de su Programa de Turismo, son realmente baratos, con tarifas muy por debajo del mercado. Pero, ¿es posible viajar con el Imserso sin estar jubilado?

Lo cierto es que sí. Las personas mayores que están cobrando una pensión de jubilación de la Seguridad Social no son los únicos beneficiarios de este programa. También se podrá viajar con el Imserso, al igual que irse de balneario con el Programa de Termalismo, si se cumple alguna de las siguientes condiciones: 

• Ser pensionista de viudedad con 55 años o más. 
• Ser pensionista por otros conceptos, perceptor de prestaciones o subsidios de desempleo, con 60 años cumplidos o más.
• Ser asegurado o beneficiario del Sistema de la Seguridad Social español, con 65 años cumplidos o más.

No obstante, existe una excepción por la que se puede participar en los viajes del Imserso sin ser pensionista o jubilado ni cumplir con los requisitos de edad.

Viajar con el Imserso sin ser jubilado, pensionista ni cumplir con la edad

Tal como explica el propio Instituto de Mayores y Servicios Sociales, es posible viajar con el Imserso sin cumplir con los anteriores requisitos. Es así porque todas las personas beneficiarias (las anteriores) pueden ir acompañados por su cónyuge o pareja de hecho, sin necesidad de que estos tengan que cumplir las condiciones de edad o pensión. 

Del mismo modo, los beneficiarios del Imserso también pueden ser acompañados por sus hijos si tienen una discapacidad igual o superior al 45%, siempre que estos viajen con sus padres y se alojen en la misma habitación o, si así lo prefieren, paguen el suplemento establecido para habitaciones dobles de uso individual. De elegir esta última opción, conviene señalar que está sujeto a la disponibilidad de plazas.

También es importante avisar de que tanto los usuarios de las plazas como sus acompañantes deberán valerse por sí mismas para realizar las actividades básicas de la vida diaria. Esta posibilidad también se aplica al Programa de Termalismo, pudiendo ser beneficiarios los mismos acompañantes.